Cuando menos de lo esperas
Aquí estamos de nuevo dispuestos
a pasar unas vacaciones moteras. No teníamos claro a dónde ir ya que barajábamos
varios destinos. Con diez días por delante a veces se nos venía a la mente
hacer de nuevo los Alpes Franceses, que eso siempre atrae, o ir con Fernando y
Juan (dos amigos) hacia Andalucía haciendo pistas con la CRF300L y la Fantic
Caballero 500,… o Granada, que quiero volver, o ir hacia Galicia haciendo ruta…Vamos,
que como veis no teníamos para nada las ideas claras. A medida que se acercaban
las vacaciones nos íbamos quedando con dos opciones: la de Andalucía para hacer
pistas o la de Galicia con las grandes. El viaje de pistear por Andalucía era un viaje ya
preparado por Fernando y Juan, llevaban meses con esa idea y ellos iban a ir
para allá, pero nosotros dudábamos, mucho, sobre todo por el calor que se venía
encima. Al final, después de darle muchas vueltas, como vemos que por el norte
no va a llover y las temperaturas van a ser más agradables, decidimos hacer la parte de arriba del mapa con las motos grandes, mientras que Fernando y Juan irían para
Andalucía con dos motancas: La Aprilia Tuareg 660 y una BMW 1250 GS.
Así que nada, con la dirección a tomar ya
decidida, decidimos ir con la KTM 890 Adventure de Rafa y con mi Honda
CB1000R, mi compañera desde hace 11 años, hacia Cantabria con la intención de
hacer Asturias y llegar a Galicia con la firme idea de comer pulpo. Ya sabéis
que cualquier excusa es buena para coger las motos.
Allá vamos!!
Día 1 Usurbil - Bilbao
Es domingo y aprovechando que está lloviendo, decidimos que yo vaya a Bilbao y pasamos el día ahí. Así que nada, cojo la moto, autopista y directa a Bilbo, que ahí Rafa me ha prometido invitarme a una buena comida como inicio de las vacaciones. Y no defrauda. Croquetas, ensalada de ventresca, merluza, y tarta de la casa. Para terminar un Gin Tonic perfectamente preparado. Así se empiezan bien las vacaciones, claro que sí, jeje
Día 2 Bilbao - Ojedo
Ahora sí salimos con las motos
desde Bilbao dirección Cantabria. Nos llegan noticias de Fernando y Juan que
han desistido de bajar a Andalucía por las altas temperaturas y deciden venirse
con nosotros, así que quedamos directamente por Potes para reunirnos los cuatro.
Hace un día perfecto y las ganas
van a la par, así que, brum brum, salimos. Vamos por Zalla y antes de llegar a
Ramales hacemos el Puerto de la Escrita. Tenemos intención de ir por Arredondo
y Alisas pero como lo hicimos hace poco, cambiamos de opinión y hacemos el Alto
de los Tornos que personalmente hace mil que no paso. Es un puerto que me
gusta mucho. Subes, arriba es como una meseta y vas en altura. Hace fresco.
Vamos con ropa de verano y se notan los 17 grados. Brrr... En este momento no
sabemos cuánto vamos a echar de menos esta temperatura en el futuro, pero ya se
sabe, a veces no sabes lo que tienes hasta que…
Pasamos por Espinosa y Soncillo.
Aquí hacemos el Embalse del Ebro, en vez de por arriba, por “La Población”,
vamos por abajo, por Arija. Es una carretera con buen asfalto y bien chula. No la
conozco y merece la pena. La gordita va suave suave, qué goazada de moto!. Llegamos
a Reinosa y comemos en Espinilla. No queremos comer mucho ya que hemos
desayunado algo tarde. Entramos y parece un sitio de los de siempre. Hay cosas
para picar, alguna ración y tal pero como si nada vemos un cartel que pone
“Desayuno, huevos fritos con patatas fritas y chorizo: 7 euros”. ¿Cómo que
“Desayuno” unos huevos fritos?. Juas. Pues nada, ante eso nada podemos hacer!,
jaja, pedimos los huevos fritos con patatas y chorizo, que la dueña se jacta de
decirnos que las patatas son las de toda la vida, las de sartén. Perfecto. Así
que para dentro. Todo muy bueno, a un precio tremendo. Qué bien!. Terminamos el
manjar, nos subimos a las moto y hale!, vamos a Alto Campoo. Es un ida y
vuelta, ya que es una estación de ski. La carretera es realmente espectacular y
arriba unas vistas de cortar el hipo. Está casi desierto, cosa que se agradece.
Llegamos arriba, a un parking grande donde solo hay una furgonetilla en un
lado, y algo más en otro lado. Nos bajamos de las motos, miramos, disfrutamos
del paisaje, sacamos alguna foto, comentas lo extraño de ver una estación de
ski sin nieve, pero sobre todo respiras. Vaya vistas, es tremendo. Observas,
miras, respiras, sonríes. Estamos contentos de estar ahí arriba. Se está de
vicio. De repente vemos que se acerca una moto, una BMW Naked, una 900 creo que
es. Vemos a un chico con casco abierto. Sube con cierta prisa o así lo percibo.
Llega arriba y se acerca donde nosotros directo, sin dudar. Para la moto y
empieza a hablar. Digo lo de hablar por decir algo, realmente es alguien que
suelta las palabras por la boca a una velocidad tremenda, como una
ametralladora. Ra-ta-ta-ta-ta-ta. En un momento nos dice que tiene un Iphone y
es cocinero. Habla muy rápido. No entiendo por qué tiene la necesidad de darnos
esa información. Pero él sigue. Ra-ta-ta-ta-ta-ta. Y suelta más cosas. Rafa y
yo nos miramos. No entendemos. Y sigue, Ra-ta-ta-ta-ta. Va soltando coletazos.
Al parecer en un sorteo le ha tocado que los del Concesionario de BMW de no sé
dónde le dejan usar esa moto que monta hasta las 18:00 y hacer unos 400 kms. Tiene
prisa. No quiere dejar de hacer kms con ella y lo que nos está pidiendo es que
le saquemos una foto ya que se ha quedado sin batería (o algo así, no llego a
entender del todo el tema) en su teléfono. Quiere inmortalizar ese momento. Es
un hombre peculiar, está claro. Rafa le saca unas cuantas fotos y se las manda
a su móvil para cuando tenga batería. Pide fotos sin casco, porque con casco,
dice, nadie le va a reconocer. Sigue hablando a velocidad de vértigo. Sigue con
su Ra-ta-ta-ta. Echamos unas risas con él. Nos pregunta para dónde vamos, que
es hacia la Hermida, nos da el consejo de no ir por ahí, que está en obras, y
tal y como viene se va. Zas. Un rayo. A hacer sus 400 kms. Cuando se va noto un
vacío. Nos ha dejado con la sonrisa puesta pero como vacíos. Por su forma de
hablar y su rapidez, el volumen de información que nos ha dado ha sido abismal
y es como si se nos hubiese llevado la energía, jaja. Vaya personaje!
Como nos ha dado la sensación de
ser conocedor de la zona, hacemos caso de su consejo y volvemos a cambiar la
ruta. Es decir, que de la ruta que llevaba Rafa en la cabeza no hacemos casi
nada, jaja, es lo que tiene viajar a nuestro aire!.
Vamos por el Puerto de Palombera
hasta Cabuérniga y de ahí hacemos el Collado de Carmona, que es realmente
chulo. Llegas a la gasolinera de Puentenansa. Aquí es donde cambiamos la ruta y
en vez de ir por la Hermida subimos Piedrasluegas, que es un puerto chulísimo. Muy
chulo. Hablamos con Fernando y Juan y nos dicen que ellos ya están por Potes y
que ya han reservado en el hotel que Rafa había comentado. El hotel La Toscana . Rafa estuvo el año pasado ahí y comenta que el dueño es muy majo y se está muy a
gusto. El hotel está en Ojedo, que es el pueblo pegado a Potes. Nada más llegar
vemos a Fernando al a lado de su moto, así que paramos, saludos de rigor pero como
tenemos ganas de ir a Fuente De le comentamos que vamos a subir a verlo, por si
quieren venir. Nos comenta que ellos andan cansados así que ni cortos ni
perezosos arrancamos de nuevo las motos y brum brum!, subimos. Merece la pena.
Siempre merece la pena.
Por arriba anda el Parador y al
pasar veo motos con matrículas inglesas. Le comento a Rafa que al volver quiero
pasar por ahí, quiero buscar a “mis” ingleses, los que el año pasado por estas
fechas me ayudaron en el Pirineo. No sea que anden por ahí, vete tú a saber,
jeje. La verdad que está todo lleno, como nunca había visto, de ingleses y
portugueses. Nunca había visto tanta matrícula portuguesa junta. Subimos,
miramos ese muro de piedra que se levanta ante nosotros, majestuoso. La verdad
que es una pasada de sitio. Comentamos que algún día tenemos que subir en el
funi a verlo desde arriba. Tiene que ser espectacular. Respiramos y bajamos. Al
pasar delante del Parador me meto y me acerco a las motos. No son las motos de
“mis” ingleses, pero cómo nos gusta mirar motos!. Hay varias motos manchadas de
barro. Babeo. Quiero. Je. De hecho hay dos CRF, una Rally y otra como la mía.
Con barro. Vuelvo a babear. Quiero. Jaja. Me comenta Rafa que parecemos
ladrones de motos, de estos que van a pipear el ambiente y luego hacer lo que
no hay que hacer, así que para no levantar suspicacias, no sea que yo qué sé
qué, nos vamos.
Volvemos a Ojeda por esa
carretera tan chula. Hay poco tráfico. Se disfruta. Llegamos al hotel y ducha
al canto, que ya es hora. La temperatura ha subido a 28 grados. Mientras nos
duchamos Fernando y Juan no pierden el tiempo. Andan por Potes con una tabla de
quesos y embutidos, como tiene que ser. Salimos, nos reunimos con ellos y vamos
a cenar. Hace una noche agradable. Les comentamos la idea de viaje que tenemos
y se une al plan. Perfecto!
Terminamos de cenar y hale ,a
descansar que mañana toca día de moto.
La ruta de hoy ha sido muy chula.
Puertos, buena comida y asfalto en general muy bueno!
Hotel + desayuno + parking en la
puerta: 69,70 euros
Día 3 Ojedo – Pola de Somiedo
Nos despertamos, desayunamos, comentamos la ruta a salir, y hale, al lío!
Salimos de Ojedo y vamos dirección Riaño. Es un sitio por el que hay que pasar. Nosotros lo conocemos de ir varias veces, pero Fernando no, así que vamos y de paso que lo vea porque merece la pena. Pasamos por el Puerto de San Glorio. Qué decir. Vemos un montón de Porches, no sé cuántos, van de ruta, como nosotros pero ellos en coche, y no se cortan, zumban, pisan acelerador. Claro que sí, brum brum!. Llegamos a Riaño y me vuelvo a sorprender. Qué de ingleses!, Everywhere!. Fernando lleva matrícula inglesa así que se mimetiza con ellos, pero tanto Juan como Rafa y yo llevamos matrícula de casa y agárrate porque parece que seamos los de fuera! En esa gasolinera somos minoría!, juas. Repostamos y salimos para hacer el Puerto de Tarna. La subida es tremenda y justo arriba está el desvío para el Puerto de Señales, que es la frontera entre Cantabría y Asturias. Aprovechamos a parar y charlar un poco mientras esperamos a Fernando que se ha demorado un poco. En cuanto llega, hale, seguimos recto adentrándonos ya en Asturias. La bajada del puerto está algo rota, así que no la disfruto tanto. A la gordita le gustan las carreteras lisas. Es naked. Me encantan las motos naked, qué le vamos a hacer, pero el resto del grupo va en motos trails así que supongo que soy la única que va con el culillo dando botecitos, boing boing boing. La verdad que me gusta casi cualquier tipo de moto, y las motos trails también. Siempre ando pensando en comprarme una, el tiempo dirá, pero independientemente de eso siempre hago ojitos a las naked.
El paisaje de
bajada de puerto es tremendo. Disfruto. Sonrío. Hablo por el intercomunicador
con Rafa. De todo y de nada. Vamos a gusto. Llegamos a Pola de Laviana y
giramos a la izquierda dirección Cabañaquinta por el Puerto de Colladona. Qué
chulo es!, para repetir. A medida que nos vamos acercando a Uxo andamos
pensando en comer, así que en el mismo Uxo vemos un sitio y ahí que vamos. Creo
que en ruta nunca me ha costado tanto aparcar. No había sitio cerca! Vuelta
vuelta vuelta, jaja, hasta que al final las subimos a la acera donde un paisano
nos indica que ahí no hay problemas. Entramos a comer. Esperamos aire
acondicionado pero no. Sufrimos su ausencia. Queremos comer algo de picar, nada
serio, pero sólo dan menús. No hay ganas, hace calor. No sé. Después de marear
a la camarera y a nosotros mismos optamos por medio menú y genial. Comemos,
hablamos y salimos de nuevo. Vamos por Pola de Lena donde cogemos el desvío a
la derecha hasta Caranga pasando por Llanuces. Es una carretera bonita. Antes
de llegar a Caranga giramos a la izquierda para bajar, ya que queremos hacer el
Desfiladero de Teverga, la Senda del Oso y el Puerto de Ventana. En diferentes
miradores vemos gente con prismáticos. Buscan osos. Y la leche. Osos. Hay que
joderse. Osos. Al parecer son escurridizos, no se dejan ver con facilidad. Si
yo fuese uno de ellos me preocuparía muy mucho de no juntarme con los seres
humanos. Somos lo fucking peor. No me voy a parar a escribir sobre lo que
pienso del ser humano y de cómo estropea el mundo. No es lugar para ello, pero
dan ganas, eh?
La ruta es una auténtica pasada. Curvas, paisajes, de todo, no quito un km. Paramos, como no puede ser de otra forma, en el Puerto de Ventana a sacar fotos, charlar y descansar un poco. Ya van unas cuantas fotos sacadas en ese puerto de otras veces, pero es que no defrauda. Es genial!. Seguimos ruta y como vemos que Fernando se ha ido quedando un poquito atrás vemos a ver si lo podemos localizar. Al parecer ha tomado algún desvío que no es, así que quedamos con él en Cabrillanes. No sabemos por dónde irá, si cogerá algún atajo o seguirá ruta. Cuando llegamos él no está, así que paramos a tomar algo que viene bien. Hace algo de calor y se agradece la paradiña. Es un bar de pueblo con gente haciendo lo que se hace en los pueblos: la chavalería hablar y los de cierta edad (que puede ser la nuestra, jaja, ay madre) jugando al dominó. Qué recuerdos de cuando era niña y veía a los mayores dándole!. A la de poco tiempo llega Fernando y nos dice que se había colado, pero la verdad no ha tardado nada en llegar así que supongo que habrá venido ágil. Las carreteras invitan a ello. Hablamos de dónde repostar, cosa que la chavalería del pueblo, uno en concreto, nos indica exactamente dónde hacerlo y casi casi hasta el horario de la gasolinera. Me sorprende que un chaval tan joven sepa esa información con esa seguridad. Se agradece. Decidimos ir a pasar noche a Belmonte, donde Roberto, un anfitrión que no olvidamos y que siempre que nos pilla por ahí vamos donde él. Da gusto. Un profesional como la copa de un pino. La carretera hasta Belmonte es muy chula, curvas y más curvas. Llegamos a Belmonte y sorpresa!, el hotel Celá, que es el que regenta Roberto, tiene toda la pinta de cerrado. Nos sorprende mucho. Las veces que hemos pasado siempre ha habido ambiente motero, sobre todo de ingleses que siendo conocedores del sitio van todos los años. Pero nah, cerrado. Unos del pueblo nos dicen que Roberto lo ha dejado pero que el sitio funciona con otra empresa llamando por teléfono. Es decir, llamas, te dan un código y tú te lo guisas. En serio?. Bufs. Llama Rafa por ver qué se cuece y al colgar me dice que le ha dado hasta mal rollo. Bufs. Pensando y mirando (así cualquiera) decidimos ir de vuelta hasta Pola de Somiedo y quedarnos donde hace un par de años: en el Hotel L´blana. El tío nos pareció un somorro, pero bueno, las cosas han venido de esta forma así que llamamos. Hay sitio, genial. Vamos al hotel volviendo por donde hemos venido, y la verdad, no me importa repetir. Disfruto de la carretera. La gordita se porta muy bien. Así da gusto. Llegamos, y vemos que el tío no ha cambiado nada. Seco. No entiendo cómo esta gente regenta algo de cara al público. Nos da las llaves, nos indica que el pago ha de ser en efectivo (uh?) y que no hay desayunos. ¿Cómo que no da desayunos?. Lo que sí recuerdo de la otra vez es que el desayuno estuvo bastante bien. Me dice que el panadero ya no pasa y que para poner pan de molde pasa del tema. Me quedo mirándole pensando que vaya parida me acaba de soltar, pero no queda otra que sonreírle e ir para la habitación. Nos cambiamos y hale, los cuatro para el pueblo. Recordamos de la otra vez una sidrería donde cenamos bastante bien, y también está cerrado. WTF. Vaya pandemia de cierres, no?. Pues nada, buscamos otro sitio y encontramos un sitio con pinta chula donde cenamos muy a gusto. Como hace buena noche, después de cenar salimos a tomar algo a la terraza, y entre conversación y conversación pasamos el rato. Buenos momentos sin duda. Hale, vamos a dormir, que hay que descansar..
Hotel 60 euros sin desayuno.
Día 4
Pola de Somiedo – Taramundi
Nos levantamos y vamos los cuatro
a desayunar al pueblo. Desayunamos muy bien y nos atiende un profesional de los
de antes. Conoce su oficio, prepara y sirve con rapidez, sin dar un paso en
falso. Me fijo en él. Da gusto ver a profesionales haciendo bien su trabajo.
Mientras desayunamos Fernando nos dice que por motivos personales se tiene que
volver. Es una pena. Habrá más rutas conjuntas, o eso espero porque la verdad
que estamos muy a gusto.
Al ir a pagar el desayuno hablo
con la persona de la barra. Por cómo habla debe de ser el dueño. Ahora entiendo
su forma de trabajar. Eficacia y buen hacer. Le comento lo de Roberto, el del
hotel Celá. Me comenta que sí, que lo ha dejado, que es una verdadera pena
porque el hombre era una anfitrión muy bueno. La verdad que sí. Volvemos a
nuestro hotel, nos preparamos y no sin antes despedirnos de Fernando, salimos
Rafa, Juan y yo.
Hace calor. De hecho nos espera
un día de calor. Vamos hacia Belmonte, haciendo una vez mas esa carretera. No
me canso. Nos metemos por “Las estacas” y hacemos el globo que marca el mapa.
Volvemos a la carretera “general” y bajamos hasta Cangas de Narcea. Todo esto
es muy chulo, pero sabemos que lo que viene es mejor. Es una ruta que cada vez
que venimos por aquí hacemos y siempre, siempre, nos resulta espectacular, así
que haya que vamos. Bajamos por el Puerto Natural de las Fuentes del Narcea y
vamos hasta San Antolin de Ibias. Hace un calor tremendo. Agobiante. Realmente
hace calor. Apufs. Conduces pero el calor agobia un poco. Menos mal que la ruta
es chula!. Paramos las motos en San Antolin de Ibias y vamos a comer. Jadeamos
de calor. Sofocante. Justo cuando estamos aparcando aparecen nueve motos que
van al mismo sitio a comer que nosotros. Conocemos el sitio de otras veces.
Dependiendo de cómo esté organizado el tema, sé que nos van a tardar en servir.
Shit. Entramos más o menos todos juntos y efectivamente, no se esperaban tanta
gente con ganas de comer y menos con el personal que está trabajando. Una
persona en barra y otra en la cocina. Punto. Aparte de la gente que ya está en
mesas, comiendo o a punto de comer. Preguntamos a ver si hay algo para picar,
sin necesidad de menú. Nos dice la persona de barra que no, que solo menú, pero
cuando ve la que le viene encima va a cocina a ver qué tienen. Mientras
esperamos a que se organice todo, hablo con un de los moteros del otro grupo.
Son de Almeria y están asustados con el calor que hace aquí. Me comenta que es
peor que el calor que tienen por ahí abajo. Claro. Aquí hay una humedad de shit, que hace
que el calor sea realmente sofocante. Al final nos sienten a todos como
buenamente pueden y nos dan de comer. Gente amable y dadas las circunstancias,
eficientes. Nos ponen una ensalada, ensaladilla rusa y agua. Todo bueno.
Perfecto. Hablamos de la ruta a hacer. La verdad que Rafa y yo no teníamos
intención de hacer el Puerto del Connio con este calor. Conocemos el Puerto y
sabemos que es una carretera para ir lentos pero como Juan no lo conoce,
decidimos ir sabiendo que el calor va a apretar. Cuando salimos a por las motos
hablamos con dos moteros que están haciendo trail por la zona. Me encanta. Las tienen manchadas de barro y
son gente de monte. Resulta que uno de ellos ha salido en el canal de “Ponle
Tacos”. Ya decía yo que me sonaba su cara…si es que al final estamos todos en
los mismos sitios, jaja. Muy majos los dos. Salimos con este calor sofocante y
nos dirigimos al Puerto del Connio. Espero calor, pero para nuestra sorpresa no
es así. Las temperaturas bajan y se está que da gusto por ahí arriba.
Disfrutamos. Qué gustazo. Paramos, hablamos, hacemos fotos. Muy bien todo. Salimos de nuevo a la carretera que nos sube a
Cangas de Narcea y giramos a la izquierda para hacer “El pozo de las mujeres
muertas”. Aquí coges velocidad. Se disfruta. Vamos felices. Este puerto es
espectacular. Sé que el día que volvamos por aquí lo volveremos a hacer porque
siempre lo hacemos, porque merece la pena, porque es un disfrute. Seguimos ruta
y vamos hacia la zona de Taramundi. Hacemos el Alto del Acebo y un puerto que
no sale en el mapa que se llama “Piedras no sé qué”. Sé que es un nombre
curioso pero no recuerdo cuál. Muy chulo. Pasamos por Grandas de Salime, nombre que ya
juntas con el de Roberto (otro Roberto), que es la persona que hace el podcast
de “Viajo en moto”. Hace unos años cuando pasamos por aquí estuvimos un rato
con él y su mujer. Buena gente. Seguimos por San Martín de Oscos hasta
Taramundi. Me ha encantado la carretera desde Grandas a Taramundi. No la
recordaba tan chula, es genial!.
Llegamos y nos hospedamos en el
mismo hotel que la anterior vez. Rafa se acuerda, yo para variar no. El chico
que nos atiende es muy majo, facilita las cosas. Nos informa que sí dan cenas
pero no desayunos, que la cocina está cerrada mañana (día libre), pero que no pasa nada porque enfrente hay un sitio que dan
unos desayunos muy buenos. Perfecto. Nos duchamos y salimos a tomar algo. Buena
temperatura, compañía perfecta. Qué más se puede pedir. Cenamos en el mismo
hotel y nos tomamos una copa al terminar. Bonito final de día, sí señor. Hale,
vamos para la cama que mañana toca ruta.
Hotel 65 euros sin desayuno
Taramundi – Viveiro
Nos levantamos y vamos a
desayunar. Efectivamente el sitio merece la pena ya que al parecer hacen ellos
todo el tema de la bollería. Tiene una pinta espectacular. Rafa y Juan dan
buena parte de ello, yo me quedo con las tostadas, que el pan de toda esta zona
me encanta. Hoy vamos sin prisa, así que aprovechamos para comprar algún regalo
en una tienda de souvenirs. La verdad que tienen de todo.
Nos preparamos y salimos con las
motos. Deshacemos el camino de ida. Cambiamos alguna carreterilla de las que
hicimos ayer pero vamos de Taramundi a Pesoz disfrutando mucho. Toda esta zona
es tremenda. En Pesoz tiramos para arriba del mapa, por una carretera que el
mapa la marca como verde y efectivamente, es una carretera chula. Eso sí, el
asfalto deja algo que desear, algo, no mucho, así que disfruto. Unas vistas
tremendas. Mucha roca, mucho verde. Qué bonito todo. Vamos por Rozadas hasta
Vegadeo donde decidimos parar a comer. Hay varios sitios juntos y nos metemos
en uno a comer alguna ración. Vemos que hay un menú a 15 euros así que venga,
nos animamos al menú. Recuerdo este menú porque a partir de aquí cambia el
viaje. Mientras como el segundo plato, pescado, faneca más concretamente, noto
que una espina me hace daño. Lo comento, ya sabes, “come miga de pan, bebe agua”,
blablablá, pero sigo notando la molestia. No es agobiante pero está ahí. Terminamos
de comer y seguimos ruta. De Vegadeo vamos por la carreta de Trabada hasta
Vilanova. Carretera chula. De ahí a Mondoñedo donde paramos a repostar. Termino
y pago. Al salir le veo a Juan lavando su moto con esa escoba con agua y jabón
que suele haber. Es una costumbre que debería de coger, pero qué pereza, jeje.
Le comento algo de la limpieza de su moto y me giro para montarme en la mía. De
repente escucho “kanka!”. Me giro y veo que se le ha caído la moto. Ay la
leche. Entre los tres la levantamos y aquí no ha pasado nada. Salimos. Va Rafa
delante, Juan en medio y yo detrás, y veo cómo Juan intenta poner bien el
retrovisor, pero no termina de encajarlo. Se lo comento a Rafa por el intercomunicador
así que paramos, vuelta a la gasolinera, se aprieta el retrovisor y hale, ya
estamos listos. Genial. Salimos y a la de poco, por el carril contrario, entre
un tractor, un camión y un coche, Rafa mete un frenazo que no esperábamos ni
Juan ni yo. Éste frena a tiempo y yo también. Termino clavando el freno con contundecia
(digo “termino de” porque no pensaba que nos íbamos a parar en seco) no sin
antes tener ese pensamiento que dura un milisegundo donde barajas la
posibilidad de comerte al de adelante, en este caso a Juan. Sabéis a lo que me
refiero, no?, es esa sensación de “hostiahostiahostiaqueledoy”, jeje. Ha sido
una anécdota de viaje, sin más trayectoria, pero hay un momento en el que
pienso que le doy por detrás de verdad. Arg. Pero la gordita, una vez más, se comporta muy
muy bien. Vaya moto tengo, me encanta. Seguimos ruta. De aquí a Viveiro hacemos
una ruta que me sorprende mucho. Hacemos la “Sierra de Xistral” pasando por
Cuadramon por una carreteras que no te dejan indiferente. La carretera está
rota, pero me da igual. Vaya sitio!, Vaya paisajes! Qué paz! Me encanta. Vas en
altura con unas vistas tremendas. Es espectacular. Salimos en Ferreira y de ahí
vamos a Viveiro donde decidimos quedarnos a dormir. Vaya ruta más
chula!.
Nos duchamos, y bajamos a cenar.
Juan conoce el pueblo y un buen sitio donde cenar, así que allá que vamos. Él
mañana se vuelve para Madrid, que tiene cosas que hacer y Rafa y yo haremos la
ruta de vuelta poco a poco, en dos o tres días para casa. Cenamos en un sitio
muy acogedor donde nos sirven y nos tratan muy muy bien. Es la guinda para
terminar un bonito día. Después de una copa volvemos al hotel a descansar. Por
el camino le comento a Rafa que sigo con algo de molestia por el tema de la
espina, pero no le damos mucha importancia. Seguro que mañana estoy mejor.
Nos despedimos de Juan, ya que
nosotros no sabemos bien a qué hora nos levantaremos ya que mañana haremos día
de descanso en Viveiro. Ha sido una gozada hacer ruta con él. Espero que
coincidamos más en el futuro ya que, como digo, ha sido un auténtico placer compartir
días de ruta.
Hale, vamos a dormir que mañana
nos dedicaremos a pasear y comer, que es lo que se hace en los días de
descanso.
Viveiro – Lugo
El hotel está muy bien pero
pasamos algo de calor. Al levantarnos Rafa me pregunta a ver qué tal mi
garganta. Sigo con molestias. Me comenta de desayunar e ir dando un paseo (45
mins) al centro de salud con la idea de
que me miren y de si está la espina me la quiten. Buena idea. Bajamos a desayunar y coincidimos con Juan, así que nos volvemos a despedir con buenos deseos.
Venga, ducha y para la calle que
hace un día bonito. Vamos dando un agradable paseo hasta el centro de salud donde me miran y no me
ven la espina, así que me recomiendan ir al hospital de Burela que está a 27
kms. Y aquí empiezan las vueltas. Por resumir: vamos al Hospital en taxi donde
me mira un otorrino y no me ve nada, pero me hace un informe y me recomienda
que vaya al hospital de Lugo directamente a urgencias a que me hagan una
endo-no-sé-qué. No jodas. Vuelta en taxi a Viveiro, y vamos en la moto de Rafa
a Lugo que está a 100ypico kms. Ingresamos a las 17:15 y vueltas vueltas
vueltas. Un par de tubos por la garganta, un TAQ y un tubo por la nariz más
tarde, han pasado tropecientas horas y algún que otro sufrimiento, siguen sin
ver la espina pero sí un edema contundente en la garganta, fruto – se supone –
de la dichosa espina y el maltrato (supongo que necesario) físico por parte de tubos
para arriba y para abajo. Me recomiendan quedarme a pasar la noche. A eso de la
1 de la madrugada Rafa se vuelve a Viveiro ya que tenemos ahí todo el equipaje,
mi moto y un hotel donde nos tenemos que ir al día siguiente. Por lo que luego
me cuenta a la mañana siguiente, el viaje de vuelta ha sido horrible. Con frío
un una niebla que no veía ni dos metros, y por mi parte a eso de las 2 de la
mañana por fin me adjudican una cama en un box. Qué extraño todo, verdad?
Lugo – Cordido
Evidentemente duermo mal y poco. Hacia las 12 y media aparece el pobre de Rafa que ha dejado todo organizado en el hotel (donde se comprometen a guardarnos mi moto en el garaje y nuestros equipajes, ya que no tenemos más noches contratadas y no hay sitio en el hotel para contratar una noche más) y ha vuelto a buscarme. Antes de comer me meten otra vez otro tubo por la nariz para cerciorarse. Siguen sin ver la espina. Comentan que lo más probable es que no esté, pero se quieren asegurar. La verdad que me trata todo el mundo muy bien y me hacen todo tipo de pruebas. Qué bien que tengamos Seguridad Social y que funcione!. Me dan de comer y como estoy bien (no tengo fiebre y acepto alimentos) me dan de alta a las 18:00. Según salimos del hospital y nos dirigimos a la moto me dice Rafa que me ve contenta, a lo que le contesto que siempre es agradable salir viva de un hospital, jeje.
Volvemos a Viveiro (cuarto viaje para Rafa) donde pasamos por una
farmacia a comprar los antibióticos, cortisona y otras mierdas para tomar. Voy
a pasar por alto este episodio pero unos 20-25 minutos más tarde salgo con los
medicamentes en la mano y un pensamiento de “menuda mierda de profesionales
tiene esta farmacia” en la mente. Increíble. Corramos un estúpido velo. Vamos al
hotel, recogemos todo y salimos. A dónde? Donde podamos dormir. Rafa encuentra
una casa rural tremenda en el pueblo de Cordido. El dueño es un motero, se
presenta como Jorge, con una sonrisa y una mano extendida que nos ofrece
amigablemente. Nos trata muy muy muy bien. Es como un caserío muy chulo, donde
dan de comer muuuuy bien y se duerme muyyyy bien. Su mujer es la que cocina y
tanto la cena como el desayuno son espectaculares. El sitio me encanta. Está
separado de todo, no hay nada alrededor más que las típicas casas gallegas
desperdigadas. Realmente después del último día y medio es lo que necesito.
Calma, cariño, positividad y buenos alimentos. Perfecto. Me gusta tanto que le
comento a Rafa de ir un día, otro, cuando pille, a pasar el día comiendo y
descansando.
Cordido – Usurbil
Nos levantamos y bajamos a
desayunar. Está nuestra mesa preparada y Jorge, el dueño, igual que ayer,
sonriente y con ganas de atender. Qué gustazo. Nos zampamos un desayuno muy
bueno y salimos rumbo a casa. La idea es ir directos. Autopista y punto. Voy
hasta arriba de antibióticos y cortisona así que venga, hacemos un recto y
txinpum. Paramos por Asturias a repostar. Arranco la moto para salir y se oye
“PAN!”. Contundente. Agudo. La de la gasolinera me mira a mi. Por qué me mira a
mi?, pienso que se le habrá reventado la rueda al de atrás. Es lo que me viene
a le mente. Así, de forma rápida. Pero ella me mira sorprendida. Si fuese un
cómic, a la viñeta sólo le faltarían los signos de interrogación y exclamación
encima de su cabeza. Miro para abajo y veo humo blanco saliendo del motor de la
gordita. WTF!!. Qué ha pasado?. Me bajo, la echo a un lado y la miro. Deja caer
tres gotas de aceite parece que por la zona del colector. Le miro a Rafa, me
mira, estamos flipados. Pero qué ha pasado? Mi no saber. Pues nada, llamo a la
grúa. En unos 30 minutos llega. Es motero, entiende mi tristeza. Uh. Se me caen
las lágrimas al verla partir. Es la gordita. Tiene alma. Vamos juntas. No sé.
Apufs. La aseguradora tarda como la de Dios en mandarme un taxi. Un par de
horas?. A saber. Eso sí, el taxista majísimo. Durante el trayecto le cuento lo
que ha pasado y él me cuenta sus dos últimos días. Tremendos también. El caso
es que fue con la familia a celebrar algo familiar a Lugo (son de Asturias) y
su mujer en plena cena se desploma. Plof. De golpe. Me cuenta que piensa que su
mujer se va a morir. Son momentos muy angustiosos. Estuvieron en el Hospital de
Lugo. Le miro y le pregunto a ver cuándo fue eso. Ayer. Qué dices. Ayer estaba yo en
urgencias del Hospi de Lugo. En serio?. Ay la leñe. No es casualidad?. Resulta
que los dos estuvimos en urgencias del hospital de Lugo la misma noche. Y ninguno somos de Lugo. Tremendo, no?. Por lo menos fue final feliz. Su mujer ya está en casa y sin
problemas. Me quedo pensando en que qué casualidad. Creéis en el destino?. Jum.
Algo más de charleta y llegamos al Aeropuerto. Resumo diciendo que a eso de las 18:00 salgo con el
coche de alquiler. Es decir, llamé a la aseguradora sobre las 13:00 horas, y
sobre las 18:00 estoy saliendo del Aeropuerto en coche. Madremia lo que se ha
tardado en todo. La verdad que el taxi tardó la de Dios. No es culpa suya. Al parecer las aseguradoras trabajan con una empresa de taxis, la que sea, y llaman a esa empresa, dándoles igual dónde esté el taxista, de tal forma que si está cerca te tarda poco pero si está lejos, pues eso. Nos despedimos del
taxista, que se ha quedado con nosotros por si necesitamos ayuda (gracias) y
salimos rumbo a casa. Llegaremos?, Ja!. Rafa se pone delante en moto marcando
el ritmo. Yo detrás en coche. Qué raro todo.
Sobre las 22:00 horas y algún sobao pasiengo después por fin
llegamos a casa. Estamos cansados pero en casa. Cenamos, y a dormir.
Next day
A la mañana siguiente nos
levantamos y aprovechando que tenemos que ir al Aeropuerto de Hondarribia a
dejar el coche, paseamos relajadamente por la zona. Es un pueblo muy chulo,
digno de visitar. Una vez que devolvemos el coche doy por terminado el viaje.
Ahora a ver si las cosas se van poniendo en su sitio poco a poco...qué de cosas
pueden pasar sin esperarlo, eh?. Es lo que tiene la vida, que siempre
sorprende. Como dice la canción, “enamorado de la vida aunque a veces duela”!
Resumen:
8 días de vacaciones (los
restantes que me quedan los paso en casa descansando) de los cuales 5 muy muy
chulos, para repetir, pero los últimos 3 se torcieron un poco por la fucking
espina y la moto. La moto. Arg. A día de hoy ya ha llegado al taller
(ha tardado 6 días) y aún no la han mirado. Las esperas no suelen ser agradables, eh?.
Ya veremos.
Los cinco primeros días? Tremendos!, encantada!, comidas, cenas, rutas, buena compañía, estar con Fernando y Juan. Me ha encantado! Habrá que repetir para volver a esa casa rural de Galicia y volver a hacer una vez más la zona de El Puerto del Palo que tanto nos gusta y nos ha quedado pendiente. Porque realmente la vuelta la íbamos a hacer en otros dos o tres días volviendo por diferentes carreteras, y entre ellas está la zona de Grandas de Salime con su Puerto del Palo, que lo hacemos siempre que pasamos por aquí, así que lo dicho, habrá que volver. Está claro. Las carreteras y el paisaje de Asturias son muy chulas, pero ya podrían arreglar un poquito alguna carretera, eh?, jeje. Aunque los que vais en moto trail ni lo notáis!. Y como siempre me pasa cuando vuelvo de vacaciones moteras ya pensando en las siguientes..vamos vamos vamos!
Nos vemos en ruta!
Por si alguien quiere mirar las rutas de moto, las tengo en wikiloc