sábado, 5 de julio de 2025

Cantabria - Asturias - Galicia - Junio 2025

 Cuando menos te lo esperas

Aquí estamos de nuevo dispuestos a pasar unas vacaciones moteras. No teníamos claro a dónde ir ya que barajábamos varios destinos. Con diez días por delante a veces se nos venía a la mente hacer de nuevo los Alpes Franceses, que eso siempre atrae, o ir con Fernando y Juan (dos amigos) hacia Andalucía haciendo pistas con la CRF300L y la Fantic Caballero 500,… o Granada, que quiero volver, o ir hacia Galicia haciendo ruta…Vamos, que como veis no teníamos para nada las ideas claras. A medida que se acercaban las vacaciones nos íbamos quedando con dos opciones: la de Andalucía para hacer pistas o la de Galicia con las grandes. El viaje de pistear por Andalucía era un viaje ya preparado por Fernando y Juan, llevaban meses con esa idea y ellos iban a ir para allá, pero nosotros dudábamos, mucho, sobre todo por el calor que se venía encima. Al final, después de darle muchas vueltas, como vemos que por el norte no va a llover y las temperaturas van a ser más agradables, decidimos hacer la parte de arriba del mapa con las motos grandes, mientras que Fernando y Juan irían para Andalucía con dos motancas: La Aprilia Tuareg 660 y una BMW 1250 GS.

Así que nada, con la dirección a tomar ya decidida, decidimos ir con la KTM 890 Adventure de Rafa y con mi Honda CB1000R, mi compañera desde hace 11 años, hacia Cantabria con la intención de hacer Asturias y llegar a Galicia con la firme idea de comer pulpo. Ya sabéis que cualquier excusa es buena para coger las motos.

Allá vamos!!

Día 1 Usurbil - Bilbao

Es domingo y aprovechando que está lloviendo, decidimos que yo vaya a Bilbao y pasamos el día ahí. Así que nada, cojo la moto, autopista y directa a Bilbo, que ahí Rafa me ha prometido invitarme a una buena comida como inicio de las vacaciones. Y no defrauda. Croquetas, ensalada de ventresca, merluza, y tarta de la casa. Para terminar un Gin Tonic perfectamente preparado. Así se empiezan bien las vacaciones, claro que sí, jeje

Día 2 Bilbao - Ojedo

Ahora sí salimos con las motos desde Bilbao dirección Cantabria. Nos llegan noticias de Fernando y Juan que han desistido de bajar a Andalucía por las altas temperaturas y deciden venirse con nosotros, así que quedamos directamente por Potes para reunirnos los cuatro.

Hace un día perfecto y las ganas van a la par, así que, brum brum, salimos. Vamos por Zalla y antes de llegar a Ramales hacemos el Puerto de la Escrita. Tenemos intención de ir por Arredondo y Alisas pero como lo hicimos hace poco, cambiamos de opinión y hacemos el Alto de los Tornos que personalmente hace mil que no paso. Es un puerto que me gusta mucho. Subes, arriba es como una meseta y vas en altura. Hace fresco. Vamos con ropa de verano y se notan los 17 grados. Brrr... En este momento no sabemos cuánto vamos a echar de menos esta temperatura en el futuro, pero ya se sabe, a veces no sabes lo que tienes hasta que…

Pasamos por Espinosa y Soncillo. Aquí hacemos el Embalse del Ebro, en vez de por arriba, por “La Población”, vamos por abajo, por Arija. Es una carretera con buen asfalto y bien chula. No la conozco y merece la pena. La gordita va suave suave, qué gozada de moto!. Llegamos a Reinosa y comemos en Espinilla. No queremos comer mucho ya que hemos desayunado algo tarde. Entramos y parece un sitio de los de siempre. Hay cosas para picar, alguna ración y tal pero como si nada vemos un cartel que pone “Desayuno, huevos fritos con patatas fritas y chorizo: 7 euros”. ¿Cómo que “Desayuno” unos huevos fritos?. Juas. Pues nada, ante eso nada podemos hacer!, jaja, pedimos los huevos fritos con patatas y chorizo, que la dueña se jacta de decirnos que las patatas son las de toda la vida, las de sartén. Perfecto. Así que para dentro. Todo muy bueno, a un precio tremendo. Qué bien!. Terminamos el manjar, nos subimos a las moto y hale!, vamos a Alto Campoo. Es un ida y vuelta, ya que es una estación de ski. La carretera es realmente espectacular y arriba unas vistas de cortar el hipo. Está casi desierto, cosa que se agradece. Llegamos arriba, a un parking grande donde solo hay una furgonetilla en un lado, y algo más en otro lado. Nos bajamos de las motos, miramos, disfrutamos del paisaje, sacamos alguna foto, comentas lo extraño de ver una estación de ski sin nieve, pero sobre todo respiras. Vaya vistas, es tremendo. Observas, miras, respiras, sonríes. Estamos contentos de estar ahí arriba. Se está de vicio. De repente vemos que se acerca una moto, una BMW Naked, una 900 creo que es. Vemos a un chico con casco abierto. Sube con cierta prisa o así lo percibo. Llega arriba y se acerca donde nosotros directo, sin dudar. Para la moto y empieza a hablar. Digo lo de hablar por decir algo, realmente es alguien que suelta las palabras por la boca a una velocidad tremenda, como una ametralladora. Ra-ta-ta-ta-ta-ta. En un momento nos dice que tiene un Iphone y es cocinero. Habla muy rápido. No entiendo por qué tiene la necesidad de darnos esa información. Pero él sigue. Ra-ta-ta-ta-ta-ta. Y suelta más cosas. Rafa y yo nos miramos. No entendemos. Y sigue, Ra-ta-ta-ta-ta. Va soltando coletazos. Al parecer en un sorteo le ha tocado que los del Concesionario de BMW de no sé dónde le dejan usar esa moto que monta hasta las 18:00 y hacer unos 400 kms. Tiene prisa. No quiere dejar de hacer kms con ella y lo que nos está pidiendo es que le saquemos una foto ya que se ha quedado sin batería (o algo así, no llego a entender del todo el tema) en su teléfono. Quiere inmortalizar ese momento. Es un hombre peculiar, está claro. Rafa le saca unas cuantas fotos y se las manda a su móvil para cuando tenga batería. Pide fotos sin casco, porque con casco, dice, nadie le va a reconocer. Sigue hablando a velocidad de vértigo. Sigue con su Ra-ta-ta-ta. Echamos unas risas con él. Nos pregunta para dónde vamos, que es hacia la Hermida, nos da el consejo de no ir por ahí, que está en obras, y tal y como viene se va. Zas. Un rayo. A hacer sus 400 kms. Cuando se va noto un vacío. Nos ha dejado con la sonrisa puesta pero como vacíos. Por su forma de hablar y su rapidez, el volumen de información que nos ha dado ha sido abismal y es como si se nos hubiese llevado la energía, jaja. Vaya personaje!

Como nos ha dado la sensación de ser conocedor de la zona, hacemos caso de su consejo y volvemos a cambiar la ruta. Es decir, que de la ruta que llevaba Rafa en la cabeza no hacemos casi nada, jaja, es lo que tiene viajar a nuestro aire!.

Vamos por el Puerto de Palombera hasta Cabuérniga y de ahí hacemos el Collado de Carmona, que es realmente chulo. Llegas a la gasolinera de Puentenansa. Aquí es donde cambiamos la ruta y en vez de ir por la Hermida subimos Piedrasluegas, que es un puerto chulísimo. Muy chulo. Hablamos con Fernando y Juan y nos dicen que ellos ya están por Potes y que ya han reservado en el hotel que Rafa había comentado. El hotel La Toscana . Rafa estuvo el año pasado ahí y comenta que el dueño es muy majo y se está muy a gusto. El hotel está en Ojedo, que es el pueblo pegado a Potes. Nada más llegar vemos a Fernando al a lado de su moto, así que paramos, saludos de rigor pero como tenemos ganas de ir a Fuente De le comentamos que vamos a subir a verlo, por si quieren venir. Nos comenta que ellos andan cansados así que ni cortos ni perezosos arrancamos de nuevo las motos y brum brum!, subimos. Merece la pena. Siempre merece la pena.

Por arriba anda el Parador y al pasar veo motos con matrículas inglesas. Le comento a Rafa que al volver quiero pasar por ahí, quiero buscar a “mis” ingleses, los que el año pasado por estas fechas me ayudaron en el Pirineo. No sea que anden por ahí, vete tú a saber, jeje. La verdad que está todo lleno, como nunca había visto, de ingleses y portugueses. Nunca había visto tanta matrícula portuguesa junta. Subimos, miramos ese muro de piedra que se levanta ante nosotros, majestuoso. La verdad que es una pasada de sitio. Comentamos que algún día tenemos que subir en el funi a verlo desde arriba. Tiene que ser espectacular. Respiramos y bajamos. Al pasar delante del Parador me meto y me acerco a las motos. No son las motos de “mis” ingleses, pero cómo nos gusta mirar motos!. Hay varias motos manchadas de barro. Babeo. Quiero. Je. De hecho hay dos CRF, una Rally y otra como la mía. Con barro. Vuelvo a babear. Quiero. Jaja. Me comenta Rafa que parecemos ladrones de motos, de estos que van a pipear el ambiente y luego hacer lo que no hay que hacer, así que para no levantar suspicacias, no sea que yo qué sé qué, nos vamos.

Volvemos a Ojedo por esa carretera tan chula. Hay poco tráfico. Se disfruta. Llegamos al hotel y ducha al canto, que ya es hora. La temperatura ha subido a 28 grados. Mientras nos duchamos Fernando y Juan no pierden el tiempo. Andan por Potes con una tabla de quesos y embutidos, como tiene que ser. Salimos, nos reunimos con ellos y vamos a cenar. Hace una noche agradable. Les comentamos la idea de viaje que tenemos y se une al plan. Perfecto!

Terminamos de cenar y hale ,a descansar que mañana toca día de moto.

La ruta de hoy ha sido muy chula. Puertos, buena comida y asfalto en general muy bueno!

Hotel + desayuno + parking en la puerta: 69,70 euros












Día 3 Ojedo – Pola de Somiedo

Nos despertamos, desayunamos, comentamos la ruta a salir, y hale, al lío!

Salimos de Ojedo y vamos dirección Riaño. Es un sitio por el que hay que pasar. Nosotros lo conocemos de ir varias veces, pero Fernando no, así que vamos y de paso que lo vea porque merece la pena. Pasamos por el Puerto de San Glorio. Qué decir. Vemos un montón de Porsches, no sé cuántos, van de ruta, como nosotros pero ellos en coche, y no se cortan, zumban, pisan acelerador. Claro que sí, brum brum!. Llegamos a Riaño y me vuelvo a sorprender. Qué de ingleses!, Everywhere!. Fernando lleva matrícula inglesa así que se mimetiza con ellos, pero tanto Juan como Rafa y yo llevamos matrícula de casa y agárrate porque parece que seamos los de fuera! En esa gasolinera somos minoría!, juas. Repostamos y salimos para hacer el Puerto de Tarna. La subida es tremenda y justo arriba está el desvío para el Puerto de Señales, que es la frontera entre Cantabría y Asturias. Aprovechamos a parar y charlar un poco mientras esperamos a Fernando que se ha demorado un poco. En cuanto llega, hale, seguimos recto adentrándonos ya en Asturias. La bajada del puerto está algo rota, así que no la disfruto tanto. A la gordita le gustan las carreteras lisas. Es naked. Me encantan las  motos naked, qué le vamos a hacer, pero el resto del grupo va en motos trail así que supongo que soy la única que va con el culillo dando botecitos, boing boing boing. La verdad que me gusta casi cualquier tipo de moto, y las motos trail también. Siempre ando pensando en comprarme una, el tiempo dirá, pero independientemente de eso siempre hago ojitos a las naked.

El paisaje de bajada de puerto es tremendo. Disfruto. Sonrío. Hablo por el intercomunicador con Rafa. De todo y de nada. Vamos a gusto. Llegamos a Pola de Laviana y giramos a la izquierda dirección Cabañaquinta por el Puerto de Colladona. Qué chulo es!, para repetir. A medida que nos vamos acercando a Uxo andamos pensando en comer, así que en el mismo Uxo vemos un sitio y ahí que vamos. Creo que en ruta nunca me ha costado tanto aparcar. No había sitio cerca! Vuelta vuelta vuelta, jaja, hasta que al final las subimos a la acera donde un paisano nos indica que ahí no hay problemas. Entramos a comer. Esperamos aire acondicionado pero no. Sufrimos su ausencia. Queremos comer algo de picar, nada serio, pero sólo dan menús. No hay ganas, hace calor. No sé. Después de marear a la camarera y a nosotros mismos optamos por medio menú y genial. Comemos, hablamos y salimos de nuevo. Vamos por Pola de Lena donde cogemos el desvío a la derecha hasta Caranga pasando por Llanuces. Es una carretera bonita. Antes de llegar a Caranga giramos a la izquierda para bajar, ya que queremos hacer el Desfiladero de Teverga, la Senda del Oso y el Puerto de Ventana. En diferentes miradores vemos gente con prismáticos. Buscan osos. Y la leche. Osos. Hay que joderse. Osos. Al parecer son escurridizos, no se dejan ver con facilidad. Si yo fuese uno de ellos me preocuparía muy mucho de no juntarme con los seres humanos. Somos lo fucking peor. No me voy a parar a escribir sobre lo que pienso del ser humano y de cómo estropea el mundo. No es lugar para ello, pero dan ganas, eh?

La ruta es una auténtica pasada. Curvas, paisajes, de todo, no quito un km. Paramos, como no puede ser de otra forma, en el Puerto de Ventana a sacar fotos, charlar y descansar un poco. Ya van unas cuantas fotos sacadas en ese puerto de otras veces, pero es que no defrauda. Es genial!. Seguimos ruta y como vemos que Fernando se ha ido quedando un poquito atrás vemos a ver si lo podemos localizar. Al parecer ha tomado algún desvío que no es, así que quedamos con él en Cabrillanes. No sabemos por dónde irá, si cogerá algún atajo o seguirá ruta. Cuando llegamos él no está, así que paramos a tomar algo que viene bien. Hace algo de calor y se agradece la paradiña. Es un bar de pueblo con gente haciendo lo que se hace en los pueblos: la chavalería hablar y los de cierta edad (que puede ser la nuestra, jaja, ay madre) jugando al dominó. Qué recuerdos de cuando era niña y veía a los mayores dándole!. A la de poco tiempo llega Fernando y nos dice que se había colado, pero la verdad no ha tardado nada en llegar así que supongo que habrá venido ágil. Las carreteras invitan a ello. Hablamos de dónde repostar, cosa que la chavalería del pueblo, uno en concreto, nos indica exactamente dónde hacerlo y casi casi hasta el horario de la gasolinera. Me sorprende que un chaval tan joven sepa esa información con esa seguridad. Se agradece. Decidimos ir a pasar noche a Belmonte, donde Roberto, un anfitrión que no olvidamos y que siempre que nos pilla por ahí vamos donde él. Da gusto. Un profesional como la copa de un pino. La carretera hasta Belmonte es muy chula, curvas y más curvas. Llegamos a Belmonte y sorpresa!, el hotel Celá, que es el que regenta Roberto, tiene toda la pinta de cerrado. Nos sorprende mucho. Las veces que hemos pasado siempre ha habido ambiente motero, sobre todo de ingleses que siendo conocedores del sitio van todos los años. Pero nah, cerrado. Unos del pueblo nos dicen que Roberto lo ha dejado pero que el sitio funciona con otra empresa llamando por teléfono. Es decir, llamas, te dan un código y tú te lo guisas. En serio?. Bufs. Llama Rafa por ver qué se cuece y al colgar me dice que le ha dado hasta mal rollo. Bufs. Pensando y mirando (así cualquiera) decidimos ir de vuelta hasta Pola de Somiedo y quedarnos donde hace un par de años: en el Hotel L´blana. El tío nos pareció un somorro, pero bueno, las cosas han venido de esta forma así que llamamos. Hay sitio, genial. Vamos al hotel volviendo por donde hemos venido, y la verdad, no me importa repetir. Disfruto de la carretera. La gordita se porta muy bien. Así da gusto. Llegamos, y vemos que el tío no ha cambiado nada. Seco. No entiendo cómo esta gente regenta algo de cara al público. Nos da las llaves, nos indica que el pago ha de ser en efectivo (uh?) y que no hay desayunos. ¿Cómo que no da desayunos?. Lo que sí recuerdo de la otra vez es que el desayuno estuvo bastante bien. Me dice que el panadero ya no pasa y que para poner pan de molde pasa del tema. Me quedo mirándole pensando que vaya parida me acaba de soltar, pero no queda otra que sonreírle e ir para la habitación. Nos cambiamos y hale, los cuatro para el pueblo. Recordamos de la otra vez una sidrería donde cenamos bastante bien, y también está cerrado. WTF. Vaya pandemia de cierres, no?. Pues nada, buscamos otro sitio y encontramos un sitio con pinta chula donde cenamos muy a gusto. Como hace buena noche, después de cenar salimos a tomar algo a la terraza, y entre conversación y conversación pasamos el rato. Buenos momentos sin duda. Hale, vamos a dormir, que hay que descansar..

Hotel 60 euros sin desayuno.












Día 4

Pola de Somiedo – Taramundi

Nos levantamos y vamos los cuatro a desayunar al pueblo. Desayunamos muy bien y nos atiende un profesional de los de antes. Conoce su oficio, prepara y sirve con rapidez, sin dar un paso en falso. Me fijo en él. Da gusto ver a profesionales haciendo bien su trabajo. Mientras desayunamos Fernando nos dice que por motivos personales se tiene que volver. Es una pena. Habrá más rutas conjuntas, o eso espero porque la verdad que estamos muy a gusto.

Al ir a pagar el desayuno hablo con la persona de la barra. Por cómo habla debe de ser el dueño. Ahora entiendo su forma de trabajar. Eficacia y buen hacer. Le comento lo de Roberto, el del hotel Cela. Me comenta que sí, que lo ha dejado, que es una verdadera pena porque el hombre era una anfitrión muy bueno. La verdad que sí. Volvemos a nuestro hotel, nos preparamos y no sin antes despedirnos de Fernando, salimos Rafa, Juan y yo.

Hace calor. De hecho nos espera un día de calor. Vamos hacia Belmonte, haciendo una vez mas esa carretera. No me canso. Nos metemos por “Las estacas” y hacemos el globo que marca el mapa. Volvemos a la carretera “general” y bajamos hasta Cangas de Narcea. Todo esto es muy chulo, pero sabemos que lo que viene es mejor. Es una ruta que cada vez que venimos por aquí hacemos y siempre, siempre, nos resulta espectacular, así que haya que vamos. Bajamos por el Puerto Natural de las Fuentes del Narcea y vamos hasta San Antolin de Ibias. Hace un calor tremendo. Agobiante. Realmente hace calor. Apufs. Conduces pero el calor agobia un poco. Menos mal que la ruta es chula!. Paramos las motos en San Antolin de Ibias y vamos a comer. Jadeamos de calor. Sofocante. Justo cuando estamos aparcando aparecen nueve motos que van al mismo sitio a comer que nosotros. Conocemos el sitio de otras veces. Dependiendo de cómo esté organizado el tema, sé que nos van a tardar en servir. Shit. Entramos más o menos todos juntos y efectivamente, no se esperaban tanta gente con ganas de comer y menos con el personal que está trabajando. Una persona en barra y otra en la cocina. Punto. Aparte de la gente que ya está en mesas, comiendo o a punto de comer. Preguntamos a ver si hay algo para picar, sin necesidad de menú. Nos dice la persona de barra que no, que solo menú, pero cuando ve la que le viene encima va a cocina a ver qué tienen. Mientras esperamos a que se organice todo, hablo con un de los moteros del otro grupo. Son de Almeria y están asustados con el calor que hace aquí. Me comenta que es peor que el calor que tienen por ahí abajo.  Claro. Aquí hay una humedad de shit, que hace que el calor sea realmente sofocante. Al final nos sienten a todos como buenamente pueden y nos dan de comer. Gente amable y dadas las circunstancias, eficientes. Nos ponen una ensalada, ensaladilla rusa y agua. Todo bueno. Perfecto. Hablamos de la ruta a hacer. La verdad que Rafa y yo no teníamos intención de hacer el Puerto del Connio con este calor. Conocemos el Puerto y sabemos que es una carretera para ir lentos pero como Juan no lo conoce, decidimos ir sabiendo que el calor va a apretar. Cuando salimos a por las motos hablamos con dos moteros que están haciendo trail por la zona.  Me encanta. Las tienen manchadas de barro y son gente de monte. Resulta que uno de ellos ha salido en el canal de “Ponle Tacos”. Ya decía yo que me sonaba su cara…si es que al final estamos todos en los mismos sitios, jaja. Muy majos los dos. Salimos con este calor sofocante y nos dirigimos al Puerto del Connio. Espero calor, pero para nuestra sorpresa no es así. Las temperaturas bajan y se está que da gusto por ahí arriba. Disfrutamos. Qué gustazo. Paramos, hablamos, hacemos fotos. Muy bien todo.  Salimos de nuevo a la carretera que nos sube a Cangas de Narcea y giramos a la izquierda para hacer “El pozo de las mujeres muertas”. Aquí coges velocidad. Se disfruta. Vamos felices. Este puerto es espectacular. Sé que el día que volvamos por aquí lo volveremos a hacer porque siempre lo hacemos, porque merece la pena, porque es un disfrute. Seguimos ruta y vamos hacia la zona de Taramundi. Hacemos el Alto del Acebo y un puerto que no sale en el mapa que se llama “Piedras no sé qué”. Sé que es un nombre curioso pero no recuerdo cuál. Muy chulo. Pasamos por Grandas de Salime, nombre que ya juntas con el de Roberto (otro Roberto), que es la persona que hace el podcast de “Viajo en moto”. Hace unos años cuando pasamos por aquí estuvimos un rato con él y su mujer. Buena gente. Seguimos por San Martín de Oscos hasta Taramundi. Me ha encantado la carretera desde Grandas a Taramundi. No la recordaba tan chula, es genial!.

Llegamos y nos hospedamos en el mismo hotel que la anterior vez. Rafa se acuerda, yo para variar no. El chico que nos atiende es muy majo, facilita las cosas. Nos informa que sí dan cenas pero no desayunos, que la cocina está cerrada mañana (día libre), pero que no pasa nada porque enfrente hay un sitio que dan unos desayunos muy buenos. Perfecto. Nos duchamos y salimos a tomar algo. Buena temperatura, compañía perfecta. Qué más se puede pedir. Cenamos en el mismo hotel y nos tomamos una copa al terminar. Bonito final de día, sí señor. Hale, vamos para la cama que mañana toca ruta.

Hotel 65 euros sin desayuno












Taramundi – Viveiro

Nos levantamos y vamos a desayunar. Efectivamente el sitio merece la pena ya que al parecer hacen ellos todo el tema de la bollería. Tiene una pinta espectacular. Rafa y Juan dan buena parte de ello, yo me quedo con las tostadas, que el pan de toda esta zona me encanta. Hoy vamos sin prisa, así que aprovechamos para comprar algún regalo en una tienda de souvenirs. La verdad que tienen de todo.

Nos preparamos y salimos con las motos. Deshacemos el camino de ida. Cambiamos alguna carreterilla de las que hicimos ayer pero vamos de Taramundi a Pesoz disfrutando mucho. Toda esta zona es tremenda. En Pesoz tiramos para arriba del mapa, por una carretera que el mapa la marca como verde y efectivamente, es una carretera chula. Eso sí, el asfalto deja algo que desear, algo, no mucho, así que disfruto. Unas vistas tremendas. Mucha roca, mucho verde. Qué bonito todo. Vamos por Rozadas hasta Vegadeo donde decidimos parar a comer. Hay varios sitios juntos y nos metemos en uno a comer alguna ración. Vemos que hay un menú a 15 euros así que venga, nos animamos al menú. Recuerdo este menú porque a partir de aquí cambia el viaje. Mientras como el segundo plato, pescado, faneca más concretamente, noto que una espina me hace daño. Lo comento, ya sabes, “come miga de pan, bebe agua”, blablablá, pero sigo notando la molestia. No es agobiante pero está ahí. Terminamos de comer y seguimos ruta. De Vegadeo vamos por la carreta de Trabada hasta Vilanova. Carretera chula. De ahí a Mondoñedo donde paramos a repostar. Termino y pago. Al salir le veo a Juan lavando su moto con esa escoba con agua y jabón que suele haber. Es una costumbre que debería de coger, pero qué pereza, jeje. Le comento algo de la limpieza de su moto y me giro para montarme en la mía. De repente escucho “kanka!”. Me giro y veo que se le ha caído la moto. Ay la leche. Entre los tres la levantamos y aquí no ha pasado nada. Salimos. Va Rafa delante, Juan en medio y yo detrás, y veo cómo Juan intenta poner bien el retrovisor, pero no termina de encajarlo. Se lo comento a Rafa por el intercomunicador así que paramos, vuelta a la gasolinera, se aprieta el retrovisor y hale, ya estamos listos. Genial. Salimos y a la de poco, por el carril contrario, entre un tractor, un camión y un coche, Rafa mete un frenazo que no esperábamos ni Juan ni yo. Éste frena a tiempo y yo también. Termino clavando el freno con contundecia (digo “termino de” porque no pensaba que nos íbamos a parar en seco) no sin antes tener ese pensamiento que dura un milisegundo donde barajas la posibilidad de comerte al de adelante, en este caso a Juan. Sabéis a lo que me refiero, no?, es esa sensación de “hostiahostiahostiaqueledoy”, jeje. Ha sido una anécdota de viaje, sin más trayectoria, pero hay un momento en el que pienso que le doy por detrás de verdad. Arg. Pero la gordita, una vez más, se comporta muy muy bien. Vaya moto tengo, me encanta. Seguimos ruta. De aquí a Viveiro hacemos una ruta que me sorprende mucho. Hacemos la “Sierra de Xistral” pasando por Cuadramon por una carreteras que no te dejan indiferente. La carretera está rota, pero me da igual. Vaya sitio!, Vaya paisajes! Qué paz! Me encanta. Vas en altura con unas vistas tremendas. Es espectacular. Salimos en Ferreira y de ahí vamos a Viveiro donde decidimos quedarnos a dormir. Vaya ruta más chula!.

Nos duchamos, y bajamos a cenar. Juan conoce el pueblo y un buen sitio donde cenar, así que allá que vamos. Él mañana se vuelve para Madrid, que tiene cosas que hacer y Rafa y yo haremos la ruta de vuelta poco a poco, en dos o tres días para casa. Cenamos en un sitio muy acogedor donde nos sirven y nos tratan muy muy bien. Es la guinda para terminar un bonito día. Después de una copa volvemos al hotel a descansar. Por el camino le comento a Rafa que sigo con algo de molestia por el tema de la espina, pero no le damos mucha importancia. Seguro que mañana estoy mejor.

Nos despedimos de Juan, ya que nosotros no sabemos bien a qué hora nos levantaremos ya que mañana haremos día de descanso en Viveiro. Ha sido una gozada hacer ruta con él. Espero que coincidamos más en el futuro ya que, como digo, ha sido un auténtico placer compartir días de ruta.

Hale, vamos a dormir que mañana nos dedicaremos a pasear y comer, que es lo que se hace en los días de descanso.





Viveiro – Lugo

El hotel está muy bien pero pasamos algo de calor. Al levantarnos Rafa me pregunta a ver qué tal mi garganta. Sigo con molestias. Me comenta de desayunar e ir dando un paseo (45 mins)  al centro de salud con la idea de que me miren y de si está la espina me la quiten. Buena idea. Bajamos a desayunar y coincidimos con Juan, así que nos volvemos a despedir con buenos deseos.

Venga, ducha y para la calle que hace un día bonito. Vamos dando un agradable paseo hasta el centro de salud donde me miran y no me ven la espina, así que me recomiendan ir al hospital de Burela que está a 27 kms. Y aquí empiezan las vueltas. Por resumir: vamos al Hospital en taxi donde me mira un otorrino y no me ve nada, pero me hace un informe y me recomienda que vaya al hospital de Lugo directamente a urgencias a que me hagan una endo-no-sé-qué. No jodas. Vuelta en taxi a Viveiro, y vamos en la moto de Rafa a Lugo que está a 100ypico kms. Ingresamos a las 17:15 y vueltas vueltas vueltas. Un par de tubos por la garganta, un TAC y un tubo por la nariz más tarde, han pasado tropecientas horas y algún que otro sufrimiento, siguen sin ver la espina pero sí un edema contundente en la garganta, fruto – se supone – de la dichosa espina y el maltrato (supongo que necesario) físico por parte de tubos para arriba y para abajo. Me recomiendan quedarme a pasar la noche. A eso de la 1 de la madrugada Rafa se vuelve a Viveiro ya que tenemos ahí todo el equipaje, mi moto y un hotel donde nos tenemos que ir al día siguiente. Por lo que luego me cuenta a la mañana siguiente, el viaje de vuelta ha sido horrible. Con frío un una niebla que no veía ni dos metros, y por mi parte a eso de las 2 de la mañana por fin me adjudican una cama en un box. Qué extraño todo, verdad?

Mientras pasan las horas de la noche, en ese duermevela en el que me encuentro, pienso en esta situación. Soy una persona que de vez en cuando y como todo el mundo, asumes ciertos riesgos, y en mi caso está la moto. No os voy a contar lo que ya sabéis, que somos el carenado en caso de accidente y todo lo demás, sino que cuando empiezo un viaje en moto soy consciente de que puede pasar cualquier cosa, y en ese cualquier cosa suelo meter la moto (hasta ahora, en viajes moteros, sólo pensaba en el riesgo que supone la moto). Desde averías, hasta lo que nadie quiere pensar. Pero ahora mismo estoy en el hospi por una espina de pescado. Lo he comentado antes con el otorrino, que una va en carretera con respeto y resulta que estoy aquí por una espina de pescado, a lo que él me ha dicho "Isabel, no hay enemigo pequeño". Cuánta razón tiene!



Lugo – Cordido

Evidentemente duermo mal y poco. Hacia las 12 y media aparece el pobre de Rafa que ha dejado todo organizado en el hotel (donde se comprometen a guardarnos mi moto en el garaje y nuestros equipajes, ya que no tenemos más noches contratadas y no hay sitio en el hotel para contratar una noche más) y ha vuelto a buscarme. Antes de comer me meten otra vez otro tubo por la nariz para cerciorarse. Siguen sin ver la espina. Comentan que lo más probable es que no esté, pero se quieren asegurar. La verdad que me trata todo el mundo muy bien y me hacen todo tipo de pruebas. Qué bien que tengamos Seguridad Social y que funcione!. Me dan de comer y como estoy bien (no tengo fiebre y acepto alimentos) me dan de alta a las 18:00. Según salimos del hospital y nos dirigimos a la moto me dice Rafa que me ve contenta, a lo que le contesto que siempre es agradable salir viva de un hospital, jeje. 

Volvemos a Viveiro (cuarto viaje para Rafa) donde pasamos por una farmacia a comprar los antibióticos, cortisona y otras mierdas para tomar. Voy a pasar por alto este episodio pero unos 20-25 minutos más tarde salgo con los medicamentes en la mano y un pensamiento de “menuda mierda de profesionales tiene esta farmacia” en la mente. Increíble. Corramos un estúpido velo. Vamos al hotel, recogemos todo y salimos. A dónde? Donde podamos dormir. Rafa encuentra una casa rural tremenda en el pueblo de Cordido. El dueño es un motero, se presenta como Jorge, con una sonrisa y una mano extendida que nos ofrece amigablemente. Nos trata muy muy muy bien. Es como un caserío muy chulo, donde dan de comer muuuuy bien y se duerme muyyyy bien. Su mujer es la que cocina y tanto la cena como el desayuno son espectaculares. El sitio me encanta. Está separado de todo, no hay nada alrededor más que las típicas casas gallegas desperdigadas. Realmente después del último día y medio es lo que necesito. Calma, cariño, positividad y buenos alimentos. Perfecto. Me gusta tanto que le comento a Rafa de ir un día, otro, cuando pille, a pasar el día comiendo y descansando.

Cordido – Usurbil

Nos levantamos y bajamos a desayunar. Está nuestra mesa preparada y Jorge, el dueño, igual que ayer, sonriente y con ganas de atender. Qué gustazo. Nos zampamos un desayuno muy bueno y salimos rumbo a casa. La idea es ir directos. Autopista y punto. Voy hasta arriba de antibióticos y cortisona así que venga, hacemos un recto y txinpum. Paramos por Asturias a repostar. Arranco la moto para salir y se oye “PAN!”. Contundente. Agudo. La de la gasolinera me mira a mi. Por qué me mira a mi?, pienso que se le habrá reventado la rueda al de atrás. Es lo que me viene a le mente. Así, de forma rápida. Pero ella me mira sorprendida. Si fuese un cómic, a la viñeta sólo le faltarían los signos de interrogación y exclamación encima de su cabeza. Miro para abajo y veo humo blanco saliendo del motor de la gordita. WTF!!. Qué ha pasado?. Me bajo, la echo a un lado y la miro. Deja caer tres gotas de aceite parece que por la zona del colector. Le miro a Rafa, me mira, estamos flipados. Pero qué ha pasado? Mi no saber. Pues nada, llamo a la grúa. En unos 30 minutos llega. Es motero, entiende mi tristeza. Uh. Se me caen las lágrimas al verla partir. Es la gordita. Tiene alma. Vamos juntas. No sé. Apufs. La aseguradora tarda como la de Dios en mandarme un taxi. Un par de horas?. A saber. Eso sí, el taxista majísimo. Durante el trayecto le cuento lo que ha pasado y él me cuenta sus dos últimos días. Tremendos también. El caso es que fue con la familia a celebrar algo familiar a Lugo (son de Asturias) y su mujer en plena cena se desploma. Plof. De golpe. Me cuenta que piensa que su mujer se va a morir. Son momentos muy angustiosos. Estuvieron en el Hospital de Lugo. Le miro y le pregunto a ver cuándo fue eso. Ayer. Qué dices. Ayer estaba yo en urgencias del Hospi de Lugo. En serio?. Ay la leñe. No es casualidad?. Resulta que los dos estuvimos en urgencias del hospital de Lugo la misma noche. Y ninguno somos de Lugo. Tremendo, no?. Por lo menos fue final feliz. Su mujer ya está en casa y sin problemas. Me quedo pensando en que qué casualidad. Creéis en el destino?. Jum. Algo más de charleta y llegamos al Aeropuerto. Resumo diciendo que a eso de las 18:00 salgo con el coche de alquiler. Es decir, llamé a la aseguradora sobre las 13:00 horas, y sobre las 18:00 estoy saliendo del Aeropuerto en coche. Madremia lo que se ha tardado en todo. La verdad que el taxi tardó la de Dios. No es culpa suya. Al parecer las aseguradoras trabajan con una empresa de taxis, la que sea, y llaman a esa empresa, dándoles igual dónde esté el taxista, de tal forma que si está cerca te tarda poco pero si está lejos, pues eso. Nos despedimos del taxista, que se ha quedado con nosotros por si necesitamos ayuda (gracias) y salimos rumbo a casa. Llegaremos?, Ja!. Rafa se pone delante en moto marcando el ritmo. Yo detrás en coche. Qué raro todo.

Sobre las 22:00 horas y algún sobao pasiengo después por fin llegamos a casa. Estamos cansados pero en casa. Cenamos, y a dormir.



Next day

A la mañana siguiente nos levantamos y aprovechando que tenemos que ir al Aeropuerto de Hondarribia a dejar el coche, paseamos relajadamente por la zona. Es un pueblo muy chulo, digno de visitar. Una vez que devolvemos el coche doy por terminado el viaje. Ahora a ver si las cosas se van poniendo en su sitio poco a poco...qué de cosas pueden pasar sin esperarlo, eh?. Es lo que tiene la vida, que siempre sorprende. Como dice la canción, “enamorado de la vida aunque a veces duela”!


Resumen:

8 días de vacaciones (los restantes que me quedan los paso en casa descansando) de los cuales 5 muy muy chulos, para repetir, pero los últimos 3 se torcieron un poco por la fucking espina y la moto. La moto. Arg. A día de hoy ya ha llegado al taller (ha tardado 6 días) y aún no la han mirado. Las esperas no suelen ser agradables, eh?. Ya veremos.

Los cinco primeros días? Tremendos!, encantada!, comidas, cenas, rutas, buena compañía, estar con Fernando y Juan. Me ha encantado! Habrá que repetir para volver a esa casa rural de Galicia y volver a hacer una vez más la zona de El Puerto del Palo que tanto nos gusta y nos ha quedado pendiente. Porque realmente la vuelta la íbamos a hacer en otros dos o tres días volviendo por diferentes carreteras, y entre ellas está la zona de Grandas de Salime con su Puerto del Palo, que lo hacemos siempre que pasamos por aquí, así que lo dicho, habrá que volver. Está claro. Las carreteras y el paisaje de Asturias son muy chulas, pero ya podrían arreglar un poquito alguna carretera, eh?, jeje. Aunque los que vais en moto trail ni lo notáis!. Y como siempre me pasa cuando vuelvo de vacaciones moteras ya pensando en las siguientes..vamos vamos vamos! 

Nos vemos en ruta!

Por si alguien quiere mirar las rutas de moto, las tengo en wikiloc

 

martes, 19 de noviembre de 2024

BMW Day´s en Peñiscola - Octubre 2024


Última semana de vacaciones del año y hay que aprovechar. Rafa me comentó que iban a ser los BMW Days en Peñíscola, y la verdad que a mí donde hay mucha gente no me suele apetecer ir, pero es una excusa más para rodar con la moto. La idea era ir el viernes a la tarde y coger cita para probar alguna moto el sábado, para de esta forma volver entre domingo y lunes (en mi caso tengo una semana de vacaciones más el lunes de la siguiente). Con esa idea decidimos salir el lunes con la moto, dormir por la zona de Soria e ir acercándonos poco a poco a Peñíscola para llegar ahí el viernes. ¿Qué hacer de mientras?, pues la zona de Guadalajara, Serranía de Cuenca, Maestrazgo, todo lo que el tiempo (parece que viene algo de lluvia) nos deje. A  medida que lleguemos a un sitio se decide la ruta del día siguiente. Es nuestra forma habitual de viajar y es lo que nos gusta. Más o menos tienes la idea en la cabeza y luego lo que surja. Me encanta. A pocos días de salir Rafa me comenta que por un compromiso familiar le gustaría estar en Bilbao el sábado a la noche, por lo que decidimos llegar a Peñíscola el jueves, para pasar día del viernes en los BMW Days para salir el sábado de vuelta a casa. Con todas estas ideas en la cabeza salimos el lunes rumbo a Soria y luego Dios dirá. Ah!, y este viaje vamos con las grandes, la KTM 890 Adventure de Rafa y cómo no, con mi gordita, la Honda CB1000R. Allá vamos!

Día 1 – Usurbil – Soria 306 kms

Entre una cosa y otra salimos bastante tarde, sobre las 12:30, así que decidimos ir algo directos. Cogemos la Nacional hasta Alsasua. De ahí como es habitual pasamos por Urbasa. Sé que siempre digo lo mismo, pero qué chulo es!, no me canso de rodar por esta zona. Pasamos por Estella y como se acerca la hora de comer paramos en Sesma ya que vemos un cartel con la palabra “Restaurante” a pie de carretera señalando hacia el pueblo. Genial. Entramos al pueblo y vemos el restaurante. Tiene pinta de que con suerte te ponen un vaso de agua y poco más. Entramos y efectivamente, qué soledad por Dios, hay una señora mayor, que al entrar nosotros levanta la cabeza solícita (pero mayor mayor eh?, que piensas que a ver qué hace una señora de 80 años detrás de una barra). Le preguntamos a ver si tienen algo de comer, bocatas, pintxos, un algo, y nos indica en otras palabras que ni de palo. ¿En el pueblo hay algo?, no. Rotundo. Jum. La luz que hay dentro es como de peli de miedo, así, como tenue, como que si entras no sales, así que ni me planteo preguntar nada más y salimos de ahí. Siempre sorprenden estas cosas, no?, ¿por qué siguen teniendo el cartel de restaurante si está claro que ahí no dan comidas?. Mi no comprende. Nos montamos en la moto y salimos. El siguiente pueblo es Lodosa, así que paramos en el centro donde vemos varios bares y ahí que entramos a comer un bocata de jamón. Al entrar al sitio y pedir le comento a Rafa que ando con algo de destemple. He salido sin el térmico de los pantalones y empiezo a notar que el cuerpo no va fino del todo. No esperaba esto. Llevábamos unos días de calor en Gipuzkoa, calor de este de octubre, calor que aunque sabes que suele llegar, sorprende, y a medida que vamos bajando hacia el sur la temperatura va bajando, por lo que al llegar a Lodosa me pongo el térmico del pantalón de invierno ya que la idea es bajar hacia Soria y ahí poca broma.

Con el estómago lleno salimos y pasamos por Arnedo hasta llegar a Yanguas. Todo esto es una zona muy chula. Pasado Yanguas nos desviamos hasta San Pedro Manrique. Qué chulo! Me ha encantado!. De San Pedro, vamos por Magaña hasta la Nacional y de ahí a Soria. La zona desde Arnedo, Yanguas, San Pedro Manrique y Magaña es realmente chula. La montaña es como arenosa, de un marrón que en combinación con el verde de la vegetación es muy muy bonito. Si te fijas a los lados de la carretera, en el monte, hay un montón de cuevas y cuevitas, que personalmente siempre me inquietan. Me atraen pero me dan mieditis. Pienso en lo que habrá dentro, en esa oscuridad que percibes con solo mirar la boca de la cueva. Se me encoge el estómago y pienso que no entro ni de palo, pero ¿qué habrá dentro?, jum... dan ganas de asomar el cabezón y mirar, pero vuelta a empezar con la sensación de aprensión... jeje... curioso.

Salimos a la Nacional hasta llegar a Soria. Está llena, pero llena de camiones, de trailers. A mí me encantan. Para conducir son un peñazo y más en moto porque a la hora de cruzarte con ellos a veces te dejan un viento traicionero que no gusta nada y lo mismo a la hora de adelantar. Pero la verdad que su presencia me encanta. Qué bonitos son.

Decidimos hacer noche en el Parador que hay en la city. Al llegar nos damos cuenta de que por fuera no parece destacar en nada, pero una vez dentro tiene todas las comodidades de los Paradores. Salones amplios, personal atento, muy bonitas vistas, una habitación digna de mención. Se respira tranquilidad.

Nos duchamos y bajamos a Soria a cenar. Tardas entre 7 y 10 minutos en bajar por un sendero. Pienso que como no esté iluminado a la vuelta estará curioso el tema. Porque voy con Rafa, si no, me pensaría el subir de noche por ahí y sin luz. Brrrr.

Llegamos al centro y damos un paseo mirando un poco todo. Rafa anda con el mono de tomar torreznos así que nada, entramos a un bar y eso sí son torreznos. Tienen platos llenos con unos torreznos bien grandes así que hale, para dentro y a comer. A mí no me va el tema así que picoteo algo de la tapa que nos sacan con las cervezas. Es un bar curioso para nosotros. Me refiero a que yo no me muevo por ambientes taurinos y el bar está lleno de fotos de toros. De su estampa, siendo toreados, fotos con una luz muy bonita. Da que pensar el tema de los toros. Salimos y damos otra vuelta comentando la ruta de hoy. Ha sido una ruta corta, pero la verdad que desde Urbasa hasta Magaña es para repetir.

Como va siendo hora de cenar vamos a un restaurante que habíamos visto con buena pinta. La verdad que parecía más por fuera de lo que es por dentro, pero bueno, cenamos y salimos camino al Parador. Comentamos de tomar una copa antes de subir así que nos metemos en un bar acogedor que hemos visto al pasar y bingo, acertamos. Qué ambiente más tranquilo, pedimos un par de txupitos y nos sentamos tranquilamente. A final terminamos hablando con la dueña y con un cliente que me recuerda mucho a Carlos Sainz (y así se lo hago saber, jeje). La charla es muy fluida, como si nos conociésemos de toda la vida. El bar se llama Chayofa. Lo regentan dos mujeres desde hace 10 años pero lleva abierto 50. Al parecer lo abrió un hombre de Canarias que le dio ese nombre porque él es de un pueblo de Canarias que se llama Chayofa. Como digo, un sitio digno de visitar si lo que quieres es tomar algo de forma tranquila con un ambiente muy muy acogedor. Queda anotado para la siguiente vez que vayamos a Soria.

Subimos por el sendero que habíamos bajado antes y efectivamente no se ve un carajo. Menos mal que llevamos la linterna del móvil porque está todo oscuro oscuro. Ya podían iluminarlo..

Llegamos a la habitación y a dormir que mañana toca día de ruta!

 



Día 2 – Soria – Cañamares 336 kms

Me levanto pensando en el desayuno. Me encantan los desayunos de los Paradores. Está todo limpio,  un salón bien bonito y con un personal de trabajo eficiente. Da gusto. Desayunamos en modo “no hay un mañana” y salimos con las motos. Tenemos intención de ir por la Nacional hasta Burgo de Osma y desviarnos por Nódalo pero entre que sales por aquí y por allá, me meto por una carretera que por lo que se ve nos lleva al mismo sitio pero es una paralela bien maja. No es que sea el copón de la baraja pero es mejor que ir por la Nacional. Es la que va por Quintana Redonda hasta Fuentepinilla. Voy con poca gasolina pero confío en encontrar dónde repostar en breve. Según van pasando los kms no veo ninguna. Dónde echará gasolina toda esta gente?, alguna tendrá que haber pero no la vemos, así que nada, seguimos comiendo kms, brum brum hasta Berlanga de Duero donde espero que pueda repostar. Me suena vagamente que sí, pero va a ser que no. Según entramos al pueblo me doy cuenta de que no. No hay.  A cambio de eso vemos tres tanquetas bien grandes de los militares, los cuales se están tomando un café en la terraza de un bar. Me paro a preguntarles a ver si saben dónde puedo repostar aludiendo que esas tanquetas tienen que chupar lo suyo, jeje. Me indican muy educadamente y con ganas de ayudar, junto con un señor del pueblo, que tengo una en un pueblo a pocos kms, en Hortezuela. La verdad que da gusto preguntar y que veas que te quieren ayudar. Gracias! Les pregunto si nos podemos sacar unas fotos con las tanquetas a lo que nos dicen que sin problema. Genial. Paramos y al sacar las fotos nos damos cuenta de que van a salir. Oh!, queremos ver a las tanquetas en acción!, yuuuujuuuu, así que esperamos a que salgan. Tardan un poquito, no es como arrancar un coche. Entre quitar los calzadores, abrir escotillas, entrar, prepararse y demás ya estamos ahí unos minutos, pero da igual, merece la pena. BRUUMMM..arrancan y salen. Me encantan estas cosas. Van 12 militares, 4 por tanqueta. Uno atrás, otro adelante, y dos arriba. Al pasar delante nuestro todos nos saludan a modo de despedida. Estoy como una niña, brum brum, no me pongo a aplaudir de milagro. Por un momento se me olvida que es un instrumento de guerra, simplemente me gusta verlos. Es un espectáculo!. Una vez que pasan nos quedamos sonriendo como niños. Qué tontería, no?. Hale, vamos a repostar. Es un gustazo poner gasolina cuando tienes poca, verdad?.

El tiempo está desapacible. He salido del Parador directamente con el térmico de los pantalones puesto porque creo que va a refrescar, y sí, tiene toda la pinta. La ruta que vamos a hacer es la que hicimos de vuelta de la Blackbee de este año y como nos gustó tanto queremos repetirla. Ya anticipo que no defrauda. Vamos por Atienza, Condemios de Arriba, Hiendalaencina, Ujados hasta Jadraque. Es una zona muy muy bonita. La otra vez la hice con la 300 y ahora yendo con la 1000 voy muy a gusto. Una carretera y un paisaje muy chulo. Para repetir. Tiene una serie de construcciones de hace tiempo con piedra que te hace pensar en la vida que llevaban allí. Tenía que ser bien bonito vivir ahí pero sin duda duro, muy duro. En Jadraque decidimos parar a tomar algo. Después del desayuno que hemos tomado no hay hambre pero aprovechas a picar algo, descansar, y mirar el mapa. Cómo nos gusta mirar el mapa. A estas alturas ya nos ha llovido algo y el viento se está divirtiendo, aún así disfrutamos porque la ruta merece la pena. Tomamos unas patatas al ajillo entre los dos que están muy muy buenas. Salimos y seguimos ruta por Utande, Brihuega, Monte Redondo, Durón y Sacedón, donde paramos a decidir dónde dormir y de paso a repostar. Toda esta ruta merece la pena, es muy chula. Vamos muy a gusto en las motos. Miramos mapa y decidimos seguir ruta un poco más a pesar de que el tiempo va empeorando poco a poco. Como anécdota contar que al repostar, el chico de la gasolinera (bien joven y guapo, lo tengo que decir pero es que qué guapos vienen todos) me pregunta a ver si es más seguro ir en moto con lluvia que en coche. No sé qué mirada le debo de echar pero se ve obligado a compartir su sabiduría sobre las motos diciéndome que un neumático de moto agarra más que uno de un coche. Parece convencido. Acto seguido me dice que él no ha montado nunca en moto. Me quedo mirándole pensando a ver qué le digo. Se me pasan un montón de contestaciones por la cabeza pero le veo tan guapo que simplemente me apiado de él y le digo que ignoro si un neumático agarra más que el otro y que sólo sé que el coche lleva cuatro ruedas y la moto dos. Que todo nos afecta más que en el coche. El viento, el frío, el calor, la lluvia. Todo. El chico se queda pensando y me da la sensación de que va a decir algo, pero aprovecho ese lapso para darle las gracias con una sonrisa y seguir ruta. No quiero que su guapura de desdibuje con palabras. En fin.

Cogemos la Nacional dirección Cuenca y nos desviamos hacia Pedro Palmiches, pasamos por Priego y en Cañamares decidimos mirar dónde dormir, ya que ahora en nada oscurece y refresca que no veas.  Paramos en un sitio donde vemos motos, pero al tocar la puerta no nos abre nadie. Llamamos al teléfono que marca y no nos cogen. No entiendo estos sitios. Miramos otro lado que está como en un camping a las afueras que ni encontramos ni nos convence y al final por internet doy con un hotel en el pueblo. Estoy destemplada, la verdad que quiero llegar ya, no quiero andar de pueblo en  pueblo buscando hospedaje. No me apetece. Además, está oscureciendo por momentos. Llamo, me cogen, hay sitio. Gracias, qué bien. Según nos acercamos voy pensando que me da igual cómo esté el sitio, o lo que nos cobren, ahora mismo quiero ducharme y bajar a tomar algo. Según llegamos la dueña nos está esperando fuera, genial! Nos guardan las motos dentro (al aire libre pero en su patio). Debe de ser también el bar del pueblo porque hay gente tomando algo. Somos los únicos inquilinos así que estamos muy a gusto y tranquilos. La dueña majísima y por 60 euros tenemos una habitación más que correcta, las motos en el patio del hotel – que cierran con llave -  y un desayuno bien majo. Viendo que en el pueblo no hay nada de nada cenamos en el mismo hotel (mojetes de Cuenca, bien buenos), con un poco de crema de orujo casera que me gusta mucho. Tengo la sensación de que cuando voy a hacer algo que “no debo” le suelo preguntar a Rafa, así que le miro y le pregunto a ver si me tomo otra a lo que me dice que él no lo haría. “Yo no lo haría”. Arg. Para qué pregunto. A veces me dan ganas de hacer un WTF y hacer lo que no se debe. Me pregunto si algún día recuperaré ese WTF que tenía antes. Estoy segura de que alguien de los que me leen me entiende, o me gusta pensar así. Dudo con la crema de orujo pero al final decido hacer caso al consejo de Rafa. Sé que tiene razón. Arg de nuevo. Está bien. Voy a ser buena. La dueña se nos une a una charla muy muy amena junto con las copas. Hablamos sobre todo de música, de conciertos, del ayer y del hoy... muy a gusto la verdad.  El hotel se llama “Hotel Río Escabas”. Tienen cerveza artesana bien buena también. Comento por si alguno pasa por ahí que sepa que ahí nosotros estuvimos bien a gusto. Nos vamos a la habitación y a dormir, que mañana toca moto. Qué bien!

 




Día 3 – Cañamares – Requena 379 kms

Nos despertamos y bajamos a desayunar. Me espero un desayuno normalito al estar incluido dentro de esos 60 euros pero la verdad que está bastante bien, más cuando estamos solos en la cafetería con todo para nosotros. Terminamos y salimos, como siempre, a mirar las motos. Está lloviznando, cielo amenazante y viento. Magnífico. ¿Somos o no somos? Según bajamos con las maletas vemos que ha parado de llover, pero no, es un momento, porque mientras las cargamos se pone a llover. Tiene su lado positivo, así no tienes dudas de si ponerte el traje de agua o no. Cargamos todo, nos plastificamos y salimos. La idea es hacer la Serranía de Cuenca, pero según vamos adentrándonos en ella el tiempo empeora de lo lindo. Salimos de Cañamares y hacemos la Hoz de Beteta. El tiempo se va cerrando y llueve. No es lluvia torrencial pero llueve. Implacable. Pasamos por Masegosa y Lagunaseca. Para los amantes de Moto GP supongo que es inevitable acordarse del adelantamiento del kks de Rossi en el sacacorchos. Y digo kks porque quien me conoce sabe que siempre me ha parecido un guarrete en la pista. Desde que le vi despuntar. Podría decir incluso que es propio de los italianos pero no me gusta meter a todos en el mismo saco. Primero porque no es correcto generalizar y segundo porque no es cierto. Fue una leyenda en vivo, sin duda, pero guarrete también. Personalmente me gusta el juego limpio. Sé que es un deporte de riesgo y que la adrenalina es lo que tiene, pero hay cosas que no las veo. Todo eso lo comentamos mientras vemos (y sentimos) llover y disfrutamos casi nada de las vistas, porque la niebla nos empieza a engullir. Al final decidimos salir de la Serranía porque así no disfrutas, con el culo prieto y solo ves lluvia y asfalto mojado. Hacemos el Puerto de Cubillo con una niebla intensa y paramos a las afueras de Albarracín, en un área de descanso. Aquí ha salido algo el sol y parece que vamos a dejar atrás la lluvia. Después de 1h30 min de Serranía con lluvia no está mal. Rafa me comenta de quitarnos los trajes de agua pero le digo que yo no. El tiempo sigue amenazante y además, quiero que se seque bien antes de guardarlo. Antes de salir empieza a llover de nuevo, y lo bueno que tiene todo esto es que sale el arcoíris. A quién no le gusta?, parece que está ahí, que lo puedes tocar, pero no, es curioso. Rafa me habla del dicho de que se esconde un tesoro donde el arcoíris toca tierra, y ahí andamos hablando mientras los kms van pasando.

Vamos por Gea de Albarracín. Todo esto es carretera chula pero con el tema de la lluvia no la puedes disfrutar como nos gusta. Y de repente, así, como quien no quiere la cosa, la recta. Y digo la recta porque es la recta del aeropuerto. La hicimos creo recordar hace un par de años y yo no sabía que ahí había un aeropuerto. ¿Pero salen aviones de ahí?, ni idea. Paramos en Teruel a repostar, donde Rafa tiene una conversación un tanto curiosa con el de la gasolinera respecto a la gasolina que no echan y se queda en la manguera. ¿A quién le pertenece? A saber.

Decidimos bajar por la Nacional dirección Valencia. Es una Nacional disfrutona. Además ha parado de llover y vamos bien. Paramos en un pueblo que se llama “Libros” a comer en un sitio que está al otro lado del río. Qué suerte de sitio! Tienes bocatas, platos combinados, estamos casi solos. Es amplio y limpio y la mujer que lo regenta muy muy maja. Comemos bien a gusto mientras los trajes de agua se terminan de secar. Descansamos un rato, guardamos los trajes de agua y salimos hasta Ademuz. Hemos venido expresamente por aquí porque quiero repetir esta ruta. La hicimos hace un par de años y me impresionaron  las carreteras y paisajes que tiene. La intención es bajar por Casas Bajas pero está cortado por obras. En serio?, qué pena!, pero bueno, cogemos una carretera alternativa que la otra vez no hicimos y vaya sorpresón! Vamos por Val de Salina y Puebla de San Miguel, qué pasada!, nos encanta la carretera, el paisaje, el olor, todo! Es una carretera estrecha, con marcas viales, con un asfalto nuevecito y un paisaje tremendo. Realmente espectacular! Seguimos hasta Losilla de Aras, muy muy a gusto, me encanta todo esto, brum brum! Aquí hacemos el globito que marca el mapa hasta Titaguas por carreteras rápidas. El tiempo  se vuelve a enrarecer y amenaza, pero por ahora aguanta. Bajamos por Benageber. Esta zona es impresionante. Según vamos avanzando veo algo de reojo y ostia!, me sale un corzo de un lado de la carretera, freno y veo otro y otro y otro y otro, pero ¿cuántos son?, como diez corzos atravesando esta carretera estrecha y subiendo por una pendiente que no la bajo ni en mi bici de montaña. Qué pasada!, cómo me gusta verlos! Vaya ruta madremía. Seguimos hasta Casco de Medina, donde paramos para llamar y buscar hospedaje. Mientras estamos parados, de charleta y buscando hotel se nos cruza una ardilla bien maja. Va dando saltitos, ping ping ping, feliz, o por lo menos lo parece. Siempre sonrío al ver una ardilla, qué majas son! Conseguimos alojamiento donde estuvimos la otra vez, en Requena, así que ya tranquilos sabiendo que vamos con sitio cogido salimos por Villar de Olmos hasta Requena. Qué chulo es todo esto, vaya carreteras para las motos, dan ganas de venirse a vivir aquí, jeje

Ya en Requena, ducha, paseo y a tomar algo. Qué gustazo todo!

La ruta de hoy ha sido espectacular. La pena es que nos ha llovido, porque hacer esto de tirón creo que ni respiras de la impresión de carreteras y paisajes. Hemos tenido de todo, lluvia, algo de frío, sol y habremos visto como 6 ó 7 arcoiris de las veces que ha parado de llover. Entre los corzos, la ardilla, los arcoíris, la ruta, el paisaje y la compañía, vaya día mas chulo!

Vamos a dormir, anda, a recuperar que mañana toca moto de nuevo!, yuuujuuu..

 



Día 4 - Requena – Benicarló 334 kms

Desayunamos, nos vestimos de romanos y venga, vamos a ello! Salimos de Requena con algo de viento y con un poco de sensación de frío. Parece que el sol quiere salir pero hay unas nubes que le impiden asomar el cabezón del todo. Hacemos la carretera que va hasta Losa del Obispo. Si coges el mapa va en oblicuo hacia arriba. La hicimos hace un par de años y me pareció espectacular así que le comento a Rafa de volver a hacerla y no falla. Pasas por Chera, Chulilla hasta Losa del Obispo y no quito ni un km. Realmente espectacular. La volvería a repetir ahora mismo. De Losa tiramos hacia la izquierda. Noto que el tiempo está inestable y las nubes que vemos a lo lejos lo acentúa. Vamos dirección Mordor. Teóricamente tendría que hacer buen tiempo pero parece que no vamos a tener suerte. Pasamos por Chelva, Titaguas y vamos hasta Aras de los Olmos. Sopla el viento y va en aumento hasta tal punto que ya empieza a ser molesto. Tengo la sensación de que el día va a ser complicado pero las carreteras por las que circulamos son realmente espectaculares así que procuro disfrutar. De Aras de los Olmos vamos hasta Losilla de Aras. Pasamos por Torrijas hasta llegar a Mora de Rubielos. Todo esto es muy chulo, realmente espectacular! Vaya carreteras! Seguimos haciendo kms, disfrutando, pero el tiempo nos empieza a sacar los dientes y parece que se pone serio. Como es hora de comer paramos en “Ventas del Aire” a comer. No conocemos el sitio pero hay trailers parados, buena señal, sin duda. Entramos y nos encontramos un sitio flipante. Es grande, tienes para comer de todo, desde menú, bocatas, pollo asado, no sé, de todo! No tengo hambre pero la idea de pollo asado… mmm... así que no puedo evitarlo, Rafa se pide un bocata de panceta y yo el pollo asado. Qué buena pinta!, si pasamos por aquí de nuevo seguro que vuelvo. El restaurante se llama “Los Maños”, para que no nos olvidemos, jeje. Vemos moteros por la zona, algunos igual van para el BMW Days, pero otros seguro! Se les ve a la legua!, jeje. Parecen una tienda andante de motos y accesorios BMW.

Terminamos de comer y salimos.  En vez de tirar para el Puerto de Alcalá, que era nuestra idea, decidimos ir por el Puerto de Linares. Toda esta zona ya la conocemos. Hagas lo que hagas es tremendo pero vamos en esa dirección por acortar algo la ruta ya que el viento empieza a despeinarnos de verdad. Seguimos ruta, seguimos haciendo kms, seguimos haciendo unas carreteras y unos puertos tremendos, pero el viento va a más y la lluvia parece instalada. El frío ha venido a visitarnos hasta bajar en un momento a 6 grados por lo que el tema no es nada agradable, todo lo contrario, y no tiene pinta de parar. Quiero pensar que según nos vayamos acercando a la costa parará, pero por ahora hace malo, sin duda. Pasamos por el Puerto de Mosqueruela hasta Villafranca y aquí dudo por dónde tirar. Opto por ir por la Iglesuela del Cid, ya que nunca hemos hecho esa carretera y aunque haga mal tiempo en, como quien dice, nada, estamos en Morella, pero no, error, o no sé si error pero el viento pasa de ser fuerte a por mi parte, casi insoportable. Subimos a altura y empieza a no dejarme conducir bien. Rafa parece que va bastante mejor que yo, que estoy sufriendo, mucho. De hecho voy muy lenta y el viento me mueve, me quiere tirar y las estoy pasando canutas. Por el intercomunicador le digo a Rafa algo que no quiero decir en alto, pero lo hago “ostia, no sé si voy a poder seguir”, y según lo digo sé que es una chorrada porque ¿qué vas a hacer?, ¿pararte en mitad de la nada con un viento de costado que no puedes ni sujetar la moto? No, sigue, vamos, poco a poco, sigue, shhhh, sigue, tranquila, sigue. Y sigo, como puedo, qué mal. Empezamos a bajar cosa que agradezco en el alma y el viento, no deja de tirar, pero afloja un poco. Puedo respirar. Creo que lo malo ya ha pasado. A pocos kms de llegar a Morella empieza a amainar y para cuando paramos en la gasolinera del pueblo ya está todo bien. Cómo cambia el tiempo!. Según repostamos hay más moteros y hablamos del tiempo. Hemos venido de diferentes puntos y la tónica general es lluvia frío y viento, menos el que viene de Benicarló que dice que ahí hace bueno. Genial, buenas noticias. Nos despedimos y salimos. Noto cómo la temperatura va subiendo y la tranquilidad vuelve. Genial. Y es cierto, según nos acercamos todo mejora y al llegar parece mentira el tiempo que acabamos de atravesar!, tremendo. La Nacional que lleva a Benicarló está “arreglada” y se ha convertido en una recta algo insípida pero la verdad, no me importa. Qué buen tiempo, qué buen rollo, jeje brum brum!!

Aquí dormimos de nuevo en Parador, así que allá que vamos. Es un Parador playero, pero por dentro, como todos, muy chulo, con sus salones y habitaciones amplias y un personal que así da gusto. Genial.

Salimos a tomar algo y a cenar algo de pescado, que está muy bueno. Eso sí, después de cenar paramos de camino al Parador a tomar una copa y el Gin Tonic 9 euros! Dios, qué desfasada debo de estar, pero eso es caro, no?, jaja

Vamos a dormir que mañana vamos al BMW Days!

 


Día 5 – BMW Days

Nos despertamos y bajamos a desayunar. Como siempre en Paradores un desayuno tremendo. Está todo buenísimo. Mirando información del evento me doy cuenta que el viernes no hay nada a la mañana, que la movida empieza sobre las 15:00 horas, así que decidimos ir andando a Peñíscola y conocer el sitio. Día perfecto, compañía perfecta. Son 7 kms los que nos separan de un pueblo a otro y casca el sol. Andamos, pasamos algo de calor, paramos a picar algo, seguimos, llegamos, motos motos motos, y más motos. Hora de comer así que vamos a buscar sitio. Los trabajadores de los restaurantes te salen al paso para decirte lo que ofrecen. Todo correcto. Todo ok. Hasta una chica con acento del este nos pregunta si somos vascos. Cómo lo sabes?, le pregunto, y me dice que por mi corte de pelo!, Díos, qué puñalada me acaba de dar!, jaja. Nos echamos unas risas y decidimos ir a una comer una paella. Al final terminamos en un sitio donde se come más o menos bien, nos pedimos un helado de camino que está bastante bueno y vamos al evento que ya han abierto.

El ambiente es totalmente motero, hay motos por todos lados. Nos acercamos y hale, para adentro. La entrada es gratis pero si quieres acceder a algunas cosas te tienes que dar de alta. Nunca he estado en un evento así y puedo decir que está todo muy bien organizado. Vas de sitio en sitio viendo motos, te sientas sobre ellas, puedes tocarlas, hacer fotos, de todo, también hablamos en varios stands con la gente que está para atenderte, por ejemplo de viajes de motos, de modificación de asiento, de modificación de amortiguadores, de viniladores. Cualquier duda que tengas sobre motos hay un stand que te lo explican todo muy bien. Y motos, motos y más motos. Estoy encantada. Hasta Rafa se monta en una moto tremenda, que está anclada y puedes hacer caballitos! Estamos unas horas dando vueltas, mirando todo, me encanta. Hasta pasamos por el parking de motos a mirar más motos! Nos encantan, qué le vamos a hacer. Anochece ya así que nos tomamos un algo en una terraza, cogemos el bus y vuelta al Parador. Arreglarse y salir a cenar... ahhhh, insisto, qué bien se está de vacatas!, jejeje

A dormir que mañana toca día de vuelta!















Día 6

Benicarló – Corella

El plan es que Rafa vuelve a lo rápido a Bilbao y yo hago algo de ruta hasta Corella que mi hermano anda por ahí, pero cuando llegamos a Morella Rafa me dice que se anima a venir conmigo y según a qué hora lleguemos a Corella o se queda o tira para Bilbao. Perfecto!, qué bien!. Por cierto, antes de llegar a Morella nos cruzamos con una romería. Cuánto tiempo que no veía una! Años! Estaba ahí todo el pueblo. Da que pensar.

De Morella vamos por Forcall hasta el Puerto de Cantavieja. Toda esta zona ya la conocemos pero da igual, es espectacular. Eso sí, según salimos de Morella y cogemos altura el frío vuelve y el tiempo se enrarece, amenaza. Este viaje parece ser la tónica. Le pregunto a Rafa a cuántos grados estamos y me dice que volvemos a los 8. Bufs, qué pereza de frío. Brrr. Seguimos esta tremenda carretera pasando por el Puerto de Villaroya a 1700 metros hasta Allepuz. Todo esto es para repetir. La temperatura para mí es algo justa, por no decir fría, pero por lo menos no llueve ni hace el viento del otro día, cosa que se agradece mucho. Sé que por aquí el paisaje es bien chulo, porque lo hemos hecho más veces pero en esta ocasión poco vemos, una pena. Vamos hasta Teruel y esta vez sí nos metemos por donde me quería meter a la ida. Veo el camino de casualidad y ahí que voy y menos mal!, Ya sé que me repito pero qué sorpresa! Por aquí tengo que volver, quiero pasar de nuevo. Es la carretera que va por San Blas, Bezas, Abrigos hasta Albarracín. Insisto: si tenéis oportunidad hay que hacerla. Yo tengo en mente repetirla. Me ha encantado. Qué paisaje mas sorprendentemente chulo! Es zona de rocas bien bonitas. Es curioso pero según lo hago ya estoy pensando en volver a pasar, jaja

Vamos a buen ritmo porque no quiero llegar tarde a Corella por si Rafa ve la opción de ir a Bilbao y así que esté tranquilo y cómo no, la CB1000R se porta de escándalo. La verdad que es una moto que está muy bien hecha, y en carreteras lisas es tan suave que es como si levitara. Y cuando se enfada madremía, qué carácter! Me encanta mi moto! Brum brum!

De Albarracín vamos por Noguera y Orihuela del Tremedal. Vamos bajando por una carretera estrecha pero bien asfaltada con unas vistas muy bonitas. El tiempo ha mejorado y voy mas relajada. De repente veo de reojo un movimiento y para cuando miro, a mi derecha muy cerca de la carretera, excesivamente cerca, tengo un corzo dispuesto a cruzar. Va rápido, el ruido de las motos le ha asustado. Ostia, ostia, ostia, no no no. Sé que no voy a poder evitar el impacto, viene directo hacia mi, lo tengo muy cerca, a escasos dos metros, así que agarro el manillar con fuerza pensando que vaya galleta nos vamos a dar, tanto el animal como yo. En el último momento el corzo reacciona, le miro y veo claramente cómo al frenar su carrera en mi dirección clava las patas en la tierra, se gira, hace un quiebro imposible y se va dando saltos por donde venía, a velocidad rayo. Dios, qué ha sido eso. Qué rapidez, qué reflejos. Por mi parte ya estaba vendida, rendida al impacto, apufs..menos mal que el corzo ha tenido más reflejos que yo. Qué suerte he tenido. Apufs..

Es la hora de comer y ya vamos pensando dónde comer. Al pasar por un pueblo veo sillas, gente comiendo y buen ambiente así que ahí que voy. Según me voy acercando pienso que no, que... ¿qué es eso?. Aparco, me bajo de la moto y pregunto si dan comidas. Se miran entre ellos y me dicen que nos sentemos, que comparten. Ui la ostia, pero ¿esto no es un bar?, jaja, me dicen que no, que se han juntado unos vecinos de almuerzo-comida pero que hay sitio para nosotros también. Qué majos!, les agradezco el gesto, mucho, pero no queremos molestar así que les pregunto dónde comer unos bocatas o algo y me mandan al siguiente pueblo. A la de pocos kms nos metemos en un desvío, veo bar y me paro. Genial. Fuera hay tres hombres, vestidos de camuflaje, charlando. Me viene a la mente la peli de “Civil War”, ¿la habéis visto?, está bien. Una vez vista te das cuenta de que tiene más miga de lo que pinta en un principio. Saludamos y entramos. Es un bar pequeño, y todos, absolutamente todos van vestidos de camuflaje. Es bar de cazadores. Con el tema de la caza me contradigo yo misma, no entiendo cómo alguien puede matar a un animal pero por otro lado lo cazan y se lo comen, ¿qué es mejor?, ¿eso o ir a la carnicería a comprar un animal que igual ha vivido encerrado toda su vida? Como digo hay contradicción en mis palabras pero sigo sin ver que alguien pueda matar y disfrutar haciéndolo. Nos tomamos un pintxo de tortilla, nos montamos en la moto y seguimos ruta hasta llegar a Molina de Aragón. Qué gustazo de carreteras. Seguimos, no hay respiro, vamos, qué ganas tenía de ir alegre con la moto, jeje. Y aquí viene otra sorpresa. No sabemos bien qué carretera es la más recta a Corella y tras hablarlo decidimos ir por la Nacional hasta Maranchón. A medida que vamos subiendo en el mapa las temperaturas y el tiempo en general suaviza. Qué placer. Subimos para arriba por Sagides y Arcos de Jalón. Tenemos duda en el pueblo. Nos liamos, ¿por aquí?, ¿por allá?, damos alguna vuelta hasta dar con una patrulla de la Guardia Civil a los cuales preguntamos. Es una pareja que están dentro del coche. Me paro al lado y pregunto por dónde ir hacia Almaluez. El chico me responde de forma extraña, como si hubiese molestado y la chica que tiene al lado, que claramente está al mando le mira de reojo como pensando que menudo bobo y me señala por dónde ir. Se agradece, gracias! Al llegar a otro cruce, que está sin señalizar, nos volvemos a parar y esta vez se nos acerca un chico para ofrecernos su ayuda. Qué gustazo de gente, jeje. Por fin seguimos ruta. Pasamos por  Monteagudo de las Vicarias, Serón de Nágima, Jaray, Ólvega, Ágreda. La sorpresa es la carretera de esta zona de Maranchón hasta Arcos de Jalón más o menos. Es estrecha, perfectamente asfaltada, con un paisaje plano lleno de molinos de viento y unos colores que llaman mucho la atención. Me encanta. Realmente es una recta o casi, pero la disfrutas. Otra zona para apuntar, hay que volver. Ya en Ágreda cogemos la Nacional hasta Corella.

Una vez que llegamos a Corella Rafa decide ir de tirón a Bilbao y yo me quedo en casa de mi hermano y familia. Después de muchos kms, mal tiempo, frío, viento, lluvia, sol, de todo, da gusto volver a la civilización, como digo yo, es decir, a un sitio familiar, donde se come en casa, en familia, tienes tu cama y te notas parte de algo. Es agradable.

Bueno, voy a dormir que mañana me queda la ruta de vuelta y ando pensando por dónde volver. Como se suele decir, Dios proveerá.



Corella – Usurbil

He dormido bastante bien. Me levanto, desayuno y a la terraza. Los de la casa están de fin de semana y andan trasteando, arreglando cosillas, jugando con la perra, leyendo. Todo es muy relajante así que me uno. Realmente no sé si voy a hacer ruta, comer aquí, en mi casa, de camino… ni idea. Sólo sé que estoy a gusto. El tiempo acompaña, juego con la perra, mi sobrino, colaboro en cosas de casa pero llega un momento en que pienso: moto. Y ya está. Me visto, me despido y salgo. Brum Brum. Cómo me gusta!. Mirando el canal de Telegram de Moteros Jatorras veo que han quedado para comer cerca de Eugi, así que allá que voy. Llego algo justa de tiempo, porque, para variar, por Pamplona me lío, pero llego. Comemos, muy a gusto, charlamos y hale, de ruta. Volvemos por la zona de Izpegi y demás. Me encanta. El ritmo es alegre y voy muy muy a gusto. Según vamos llegando la gente se va despidiendo en ruta, ya que mañana les toca currar, y por otro lado hay quien se une en mitad de la ruta. Qué buen ambiente. Según llegamos, la mayoría se queda a tomar algo en un bar y yo, que llevo siete días de ruta y ando algo cansada decido irme a casa con una sonrisa en la boca. Qué buen fin de viaje!

 

Conclusión:

Después de más de 2.000 kms puedo decir que estas vacaciones han sido algo complicadas por el tiempo. Frío, viento, lluvia, incluso algo de calor. Es lo que tiene la moto. Las zonas por las que hemos rodado son tremendas. Es que no quitas un km, pero la pena el tiempo que no nos ha dejado disfrutar como queríamos. De hecho la zona de la Serranía de Cuenca la queríamos exprimir más, pero el tiempo es quien nos ha marcado las carreteras a seguir. Por el contrario, a causa del susodicho hemos pasado por carreteras que pensaba que no íbamos a pasar, que me encantan, y otras que hemos descubierto y hemos alucinado, así que todo muy bien. Sin duda carreteras para repetir.

Unos 10 días después de que hayamos estado por la zona de Valencia ha llegado la DANA y se ha llevado muchas vidas por delante, van doscientas y pico, más no se sabe ni cuántos desaparecidos. Una desgracia que nadie pensaba que iba a ocurrir. Una mierda todo, por decirlo claramente, y a día de hoy, según hay gente que aún no tiene corriente eléctrica en casa ni sitio donde pasar la noche y/o familiares, amigos, que han muerto o desaparecido, que están sufriendo mil historias, los políticos siguen echándose cosas en cara y cómo no, nadie tiene la culpa de haber avisado o no o no sé qué mierdas dicen. Sin comentarios, menudos farsantes. Mucho ánimo a toda la gente, mucho ánimo a toda la zona y vamos ostia, hay que salir de esta como sea! Vamos!